Aunque ha sido gobernado por el PRI y por el PAN, actualmente Yucatán está pintado de azul. Podría ser considerado bastión panista, pues no sólo la gubernatura es de Acción Nacional, sino que el partido controla el Congreso y la mayoría de las presidencias municipales. Hoy, los dos partidos, PRI y PAN, llevan a un mismo candidato, Renán Barrera, cuya propaganda electoral ha tapizado Mérida y municipios conurbados en una proporción de 2 a 1 frente al candidato de Morena (antes panista), Joaquín Díaz Mena.
Mérida, la ciudad gobernada por el hoy candidato a gobernador, Barrera, figura –desde hace varias mediciones– entre el top 6 de las ciudades con menor percepción de inseguridad. El mandatario estatal saliente, Mauricio Vila, fue mencionado como presidenciable antes de la definición de Xóchitl Gálvez en la candidatura, y uno de los motivos fue los bajos índices de inseguridad que se han logrado en el estado, de acuerdo con el INEGI.
El INEGI reportó que el estado es el segundo más seguro del país, ya que, según la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2023, la percepción de inseguridad es de 37.8 por ciento.
Por otro lado, la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) reportó una participación en la actividad económica de 65.8 por ciento en el cuarto trimestre de 2023. Este mismo ejercicio detalló que hasta finales del año pasado, había una tasa de ocupación de 98.2%.
Yucatán también presenta dos retos: el agua y las granjas porcícolas. En el primer caso, el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA) advirtió desde 2020 que se corre riesgo en la obtención de este recurso por el aumento acelerado de la población, así como la modificación de los ecosistemas terrestres y costeros, entre otras razones.
Por otro lado, la organización internacional Greenpeace ha señalado que el estado debe lidiar con problemas como afectaciones al ambiente y luchas por el territorio, en parte causadas por las afectaciones generadas por las granjas porcícolas.
La hegemonía blanquiazul en el estado –con más de un millón 700 mil electores– pinta un panorama complicado a Morena y aliados y su aspiración de conquistar una entidad más para la ‘4T’.
La alternancia
El primer panista en sacar del poder al PRI, en 2001, fue Patricio José Patrón Laviada, aunque fue sucedido por Ivonne Ortega en 2007. En ese momento estaba en el PRI, aunque ahora brincó a MC.
Ortega Pacheco fue seguido por Rolando Zapata Bello, también priista, aunque después de su sexenio regresó el PAN al gobierno.
En las elecciones de este 2 de junio competirán Renán Barrera, de la coalición PAN-PRI-Nueva Alianza; Jazmín López, candidata del PRD; Joaquín Díaz Mena, de la alianza Morena-PVEM y PT y Vida Gómez Herrera, de MC.
Desde 2018, Yucatán se ha convertido en un estado importante para Acción Nacional, con la llegada del panista Vila, de la mano en ese entonces también de MC.
A partir de 2021 en el Congreso local, 14 escaños los ocupan panistas, primera fuerza legislativa.
En segundo lugar está Morena, con cuatro escaños, seguida del PRI con dos. Después vienen el Partido Verde, MC, Nueva Alianza y PRD, todos con una diputación. Además, hay una diputada sin partido.
En cuanto a las presidencias municipales, 43 fueron postulados por el PAN en 2021, 39 son priistas y ocho son morenistas.
La entidad también elegirá a 25 diputados locales. A esto se suman las 106 presidencias municipales, 587 regidurías y 106 sindicaturas de mayoría relativa.
