En la Arena de Monterrey, en el corazón de Nuevo León, Xóchitl Gálvez le lanzó un reto directo a Movimiento Ciudadano (MC). “Lo nuevo salió más rancio que una naranja podrida”.
Para el último día de su campaña, Gálvez Ruiz quiso pisar fuerte en uno de los dos estados fuertes para los naranjas, a quienes les ha buscado quitar votos para poder vencer a Morena.
En un discurso cargado en contra de una de las principales figuras de los naranjas, el gobernador Samuel García, Gálvez descalificó al movimiento.
“Los gobiernos naranjas prefieren ganar likes que dar resultados. Prefieren presumir sus tenis fosfo en lugar de ponerse en los zapatos de la gente”, sentenció.
Además, la abanderada de la coalición PAN-PRI-PRD agradeció a los diputados de la alianza por frenar al gobernador, en un claro guiño al conflicto que se dio a principios de diciembre, cuando los legisladores no dejaron que el mandatario impusiera a un interino mientras él hacía campaña por la presidencia.
“No, señor gobernador. No me culpe a mi. Es usted un corrupto, porque no se puede llegar al poder para abusar, no se puede llegar al poder para robar”, exclamó Gálvez.
Por el contrario, la hidalguense sostuvo que en su bando está lo mejor de Nuevo León, enfocado en un sólo objetivo.
“En cambio, hoy tenemos a lo mejor de Nuevo León. Aquí estamos unidos, los que ayer fuimos adversarios, para defender a la democracia”, afirmó.
La candidata opositora no concentró sus embates únicamente contra los que van en tercer lugar en la contienda por la presidencia.
Desde una Arena completamente llena, la abanderada exclamó que el presidente López Obrador está muy pendiente de la elección porque sabe que la oposición puede ganar.
“Están muertos de miedo en Palacio Nacional. En Palacio Nacional están temblando porque saben que los buenos somos más y que ya nos cansamos. Ya nos cansamos de sus mentiras. Ya nos cansamos de tanta muerte. Ya nos cansamos de tanta, y tanta injusticia”, aseveró.
Antes, en un mensaje a medios en Los Reyes la Paz, Estado de México, y a unas horas de que terminara su campaña, Gálvez se puso nostálgica, y reflexionó sobre estos últimos tres meses en los que conoció a México más a fondo.
Aquí, la candidata presidencial apuntó que los recorridos por el país le abrieron los ojos.
“(Ahora) entiendo la profundidad del dolor que tiene México. Es una cosa brutal lo que está pasando en nuestro país”, expuso.
Además, declaró que la campaña le dejó un profundo compromiso con las víctimas, al igual que con causas que arropó a lo largo de estos meses.
“A mí lo que me deja es un enorme compromiso con las mujeres, con su lucha, con su esfuerzo, con las madres buscadoras, con los niños con cáncer, con los desaparecidos”, expresó.
Ya en el evento, los priistas abrazaron a su líder en esta contienda, y le dieron un último aliento en los últimos momentos de la campaña, antes de entrar a la veda electoral.
Se veían banderas del PRD y del PAN también, pero el priismo en la zona oriente del estado salió a refrendar su apoyo.
En los días anteriores, Gálvez ya había pisado territorio panista, en donde los blanquiazules no escatimaron al demostrar su apoyo. Ahora le tocaba al tricolor, que también cumplió.
Dando ligeros pasos por el templete, y agitando las tarjetas con las que se apoya a lo largo de su discurso, Gálvez insistió en que va a ganar porque el país ya no puede seguir por el mismo camino.
“México ya no aguanta más. Ya no aguanta más mentiras, ya no aguanta más homicidios, ya no aguanta que la gasolina nos hayan engañado y no esté a 10 pesos. Son unos mentirosos. México quiere paz, quiere tranquilidad”, sentenció.
En un último evento, después de que cerrara esta edición, la candidata que espera estar rodeada de familiares y amigos en Tepatepec, Hidalgo.
En algo más íntimo, la opositora cerrará sus esfuerzos en la casa donde nació el 22 de febrero de 1963, y de donde salió antes de vivir en la Ciudad de México, razón por la que dice con orgullo “de Tepa a la presidencia”.