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Historia del PRD: De la creación con Cárdenas al apogeo con AMLO y la pérdida de registro con Zambrano

Luego de representar a las izquierdas en México, el PRD se alió con el PRI y el PAN para hacerle frente a Morena, pero, ¿quiénes son responsables de su debacle?

El PRD está a pocos días de perder su registro a nivel nacional. (Cuartoscuro)

El Partido de la Revolución Democrática (PRD) estaría en sus últimos días de existencia a nivel nacional, luego de que el Instituto Nacional Electoral (INE) informara que entró en periodo de prevención, ya que se ubica dentro de las consideraciones de la pérdida de registro.

Luego de haber recibido menos del 3 por ciento de los votos en las elecciones presidenciales, así como en las votaciones para la Cámara de Diputados y el Senado, el PRD ya no cuenta con los apoyos suficientes para mantener su registro a nivel nacional.

Jesús Zambrano, líder nacional del partido, admitió que los votos no les fueron suficientes; sin embargo, acudirán al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) para defender su registro, ya que acusan que fueron víctimas de una elección de Estado, en la que el Gobierno favoreció a Morena y aliados.

La pérdida de registro del PRD ocurre luego de 35 años de historia, pasando de ser representante de las izquierdas en México a ser un aliado de partidos de derecha contra Morena y Andrés Manuel López Obrador, quien hasta hace 12 años aún era uno de sus máximos representantes.


De la lucha de las izquierdas a la debacle: Esta es la historia del PRD en México

Fundado en la Ciudad de México el 5 de mayo de 1989, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) nace resultado de la crisis política que atravesaba el país desde la masacre de Tlatelolco en 1968. A lo largo de su historia ha sido importante para la inclusión de los pueblos indígenas en la vida pública, así como reformas que beneficiaron a minorías, desde la comunidad LGBT+ hasta personas migrantes.

Los gobiernos del PRI arrastraban una crisis derivada de los escándalos políticos, las crisis económicas y la falta de alternancia política, lo que provocó la organización de frentes de izquierda en el país para buscar una representación única.

El antecedente directo del PRD es el Partido Mexicano Socialista (PMS), que integró voces de izquierda como el Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT), el Partido Socialista Unificado de México (PSUM), el Partido Patriótico Revolucionario (PPR), la Unión de la Izquierda Comunista (UIC), entre otros.

Otro aspecto fundamental fueron los rompimientos dentro del PRI en 1986, con la llegada de los tecnócratas, ya que los personajes de izquierda como Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo e Ifigenia Martínez, que no estaban de acuerdo con el rumbo neoliberal del partido, se salieron y colaboraron en la unión de frentes como el propio PMS, así como el Partido Trotskista, la Organización de Izquierda Revolucionaria, la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria y otros grupos con referencia marxista.


El PRD explica que con la salida de Cárdenas, Martínez y Muñoz Ledo del PRI, hubo una atracción de la gente por el movimiento social demócrata, pues comenzaban a sufrir los efectos del neoliberalismo como la baja en el poder adquisitivo y la reducción del gasto público.

Fue así que se consolidó el Frente Democrático Nacional (FDN), que abanderó Cuauhtémoc Cárdenas en las elecciones de 1988, mismas que quedaron manchadas debido a las acusaciones de “fraude” por la caída del sistema, que antes de que ocurriera tenía a Cárdenas a la cabeza de los cómputos, y para cuando se restableció tenía a Carlos Salinas de Gortari como virtual ganador de la Presidencia.

Para el siguiente año finalmente se consolidó el PRD, resultado de la alianza de las izquierdas en México y de que el PMS le cediera su registro ante la Comisión Federal Electoral, que años después desapareció para la conformación del Instituto Federal Electoral (IFE), ahora INE.

El partido fue representante de una alternativa política contra un PRI hegemónico que tenía miras hacia el neoliberalismo con la nueva oleada de representantes, mientras que el PAN tenía una postura de derecha.

Su popularidad creció en los años noventa, y para 1997 se dio su primer gran logro, ya que Cuauhtémoc Cárdenas obtuvo la primera jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, ya que la entidad dejó de ser representada por el Gobierno Federal.

Desde 1997 hasta 2018, el PRD se mantuvo al frente de la capital del país, que lleva 27 años siendo bastión de la izquierda en México, con gobernantes como Andrés Manuel López Obrador, Marcelo Ebrard, Miguel Ángel Mancera y Claudia Sheinbaum, esta última de Morena.

Además de la capital del país, el PRD sumó fuerzas con el PT y otros partidos para gobernar en Zacatecas, Michoacán, Zacatecas, Tlaxcala, Tabasco, Morelos y Oaxaca.

La crisis en el PRD: de Cárdenas y AMLO a ‘los Chuchos’

En 2003 los escándalos de corrupción dieron inicio al rompimiento dentro del PRD, ya que debilitaron la imagen de Cuauhtémoc Cárdenas, además de que figuras como Rosario Robles y el propio Andrés Manuel López Obrador se vieron afectados.

Sin embargo, el partido se mantuvo unido hasta las elecciones de 2006, donde López Obrador quedó a menos de un punto de diferencia contra Felipe Calderón, del PAN, mientras que Marcelo Ebrard daba continuidad al PRD en la CDMX venciendo a Santiago Creel.

La escritora Irma Campusano Montoya explica en su libro Breve Historia del Partido de la Revolución Democrática que el PRD quedó como la segunda fuerza política en México tras las elecciones en 2006; sin embargo, la respuesta de López Obrador ante la pérdida de las elecciones, que fue el ‘plantón’ en Reforma, así como las corrientes dentro del PRD que vieron una buena oportunidad en negociar con el Gobierno para la implementación de reformas, dio pauta a que las tensiones en el partido crecieran.

Señaló que la ruptura se debió al distanciamiento con aliados como el Frente Amplio Progresista y el sector obradorista, ya que el partido se enfrentaba al reto de “ejercer con responsabilidad su representación impulsando la agenda presentada en la plataforma electoral y aprovechar la enorme fuerza política alcanzada, dialogando en el Congreso con todas las fuerzas y naturalmente con el gobierno federal”, o seguir la idea de López Obrador de declara como ilegítimo el gobierno de Felipe Calderón.

2008 fue el año ‘de quiebre’ para el PRD, ya que comenzó el liderazgo de Jesús Ortega, el primero de ‘los chuchos’ al mando del partido, y quien comenzó la división con el obradorismo, misma que se acentuó en 2011, con el primer liderazgo de Jesús Zambrano, quien dirige al partido actualmente.

El actual Presidente de México representó al partido del Sol Azteca en las elecciones de 2012, mismas que perdió y que impugnó sin éxito, todo para salirse del partido en septiembre del mismo año.

Con la salida de López Obrador, así como decenas de voces del partido, el PRD determinó colaborar con el PRI y el PAN en el paquete de reformas denominado como “pacto por México”, aunque eso suponía ir en contra de sus principios.

La reestructura del PRD ocurrió mientras López Obrador crecía con Morena, lo que significaba competencia en la izquierda, y con tal de reposicionarse, la dirigencia acordó en 2015 permitir más alianzas políticas para recuperar votantes.

Esto hizo que en 2018 el PRD fuera aliado del PAN y de Movimiento Ciudadano en las elecciones, mismas que perdieron contra Morena y aliados en la Presidencia y en la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México.

La falta de apoyos al PRD hizo que buscaran más alianzas para sobrevivir y también para hacerle frente a Morena, por lo que en 2021 se unieron al PRI y al PAN en el frente opositor llamado Va por México, que este año fue a las elecciones con Xóchitl Gálvez.

Sin embargo, el partido no logró reposicionarse, y aquel PRD que fue la segunda fuerza política del país durante años no volvió, llegando a su peor registro en las elecciones de este año, con menos del 3 por ciento de los votos.

Jesús Zambrano, quien volvió a la dirigencia del PRD en 2021, aseguró que buscará mediante todos los recursos posibles no perder el registro; sin embargo, tiene menos de los votos necesarios para continuar a nivel nacional.

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