Empresas ESG

Agricultores sustituyen diésel por energía fotovoltaica

México Solar colabora con los trabajadores del campo para que se usen paneles solares en el riego de cultivos, lo que ha permitido ahorrar energía y reducir toneladas de CO2.

Los sistemas de riego se han beneficiado de paneles solares en zonas donde una red eléctrica es inviable. (Bloomberg Creative)

La instalación de sistemas de bombeo fotovoltaico ha permitido ahorrar hasta 1.3 Megawatts (MW) en electricidad cada año, que representan una reducción de 23 mil 500 toneladas de dióxido de carbono (CO2).

La agricultura necesita aprovechar al máximo la energía solar, no sólo porque es renovable y limpia, sino también porque es mucho más asequible que los combustibles fósiles, de tal manera que empresas como México Solar colaboran con los trabajadores del campo para hacer más eficiente un sector que históricamente ha quedado fuera de la modernización.

“Los sistemas de riego son uno de los principales consumidores de energía en la agricultura. La extracción de agua de los pozos y la dispersión de la misma en los cultivos demanda hasta un 40 por ciento de los combustibles fósiles que se requieren en este sector, de ahí la necesidad de ofrecer a los trabajadores del campo alternativas más eficientes”, comentó Víctor Briseño Celis, gerente de México Solar.

Esta empresa es un distribuidor de paneles solares que junto con la Asociación Civil Rivera y la Comisión Nacional del Agua (Conagua) ha instalado 2 mil 487 paneles solares de producción nacional de 540 watts, lo que da un total de 1.3 MW, un proyecto bastante ambicioso que buscará crecer en 2023 y que pretende implementarse para diversos cultivos.


“Actualmente sólo hemos implementado este proyecto para el riego de cultivos de caña de azúcar, maíz y en pastos; sin embargo, el potencial que tiene para otros sectores es muy grande. La materialización de este proyecto implica un gran logro a nivel industrial, económico, social y ambiental, ya que amplía las alternativas de suministro de agua potable en la zona rural”, explicó Briseño Celis.

La instalación de estos sistemas de bombeo fotovoltaico ha permitido a los agricultores ahorrar hasta 1.3 Megawatts en electricidad cada año y representa una reducción de 23 mil 500 toneladas de CO2, equivalente a lo que absorben mil 500 árboles durante todo un año. Además, impulsará el uso del sistema de riego por goteo para fines agrícolas, eficientando al máximo el uso de un recurso tan vital como lo es el agua.

Los paneles solares que se instalan tienen la capacidad de generar electricidad desde que sale el sol y hasta que este se oculta, permitiendo extraer de los pozos de riego entre 40 y 70 litros de agua por segundo para abastecer al menos 80 hectáreas de cultivos.

“Hay que recordar que muchas zonas donde se desarrolla la agricultura no cuentan con infraestructura eléctrica para impulsar los motores de las bombas que se utilizan en los sistemas de riego, e instalar una red eléctrica tradicional es prácticamente inviable, de ahí que hayamos tomado la decisión de colaborar con estos proyectos amigables con el medio ambiente”, aseguró el directivo de México Solar.


Aún hay retos por superar

Uno de los principales obstáculos para la implementación de energía limpia y el uso eficiente del agua, es la poca información con la que cuentan los agricultores de la zona respecto a los beneficios ambientales y económicos del riego, a través de sistemas de bombeo fotovoltaicos.

“Todavía hay varios agricultores que no creen en el beneficio de este tipo de proyectos solares, sin embargo, nos motiva que los agricultores que se han sumado al proyecto están emocionados con los resultados de los sistemas que hemos implementado en los campos”, sostuvo Briseño.

A pesar de estos obstáculos, para finales de año, el proyecto se ampliará a 1.6 Megawatts, lo que equivale a la instalación total de 5 mil 500 paneles solares de 540 watts, mismos que permitirán no sólo el bombeo de agua para agricultores y ganaderos, sino para cubrir parte de la demanda doméstica de comunidades aledañas a zonas tradicionalmente agrícolas.

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