México se posiciona como el país más sustentable de las operaciones globales de la farmacéutica Sanofi, al rebasar las metas de reducción de CO2 globales que la empresa tenía para el 2030, apoyado en energías renovables y cuidado del agua.
“En 2019 Sanofi a nivel mundial estableció un compromiso para reducción de emisiones de CO2, y que al 2025 se lograse reducir en 75 por ciento; particularmente en México hemos logrado reducir el 77 por ciento al día de hoy, y estamos en 2023, y luego con la compra de bonos de carbono podríamos decir que es el 100 por ciento ese es el impacto que estamos teniendo en la huella de carbono como planta industrial”, celebró Alfonso Martínez, director del sitio de manufactura y suministro de Medicinas de Libre Venta y Medicinas Generales para Sanofi México en Ocoyoacac.
Mientras que en las operaciones globales el uso de energías renovables brincó del 11 al 62 por ciento entre 2019 y 2022, en México la principal bandera de reducción de huella de carbono es el uso de estas energías verdes, que representan actualmente el 90 por ciento del abasto.
Lo anterior es 28 puntos porcentuales por encima de la media global.
“Tenemos un Acuerdo de Compra de Energía (PPA, por sus siglas en inglés) de electricidad renovable con ENEL en México para suministrar energía a nuestros tres sitios, y estamos viendo la posibilidad de extender este modelo a Europa y Estados Unidos”, destacó la empresa en el reporte anual de sustentabilidad del 2022.
La farmacéutica de la Buscapina y Neo-Melubrina tiene 12 sitios de manufactura en el mundo, y en México hay tres de estas plantas, todas ubicadas en el Estado de México, dos en Ocoyoacac y una en Cuautitlán Izcalli; además de un centro de distribución, todo esto opera en un 90 por ciento con energía renovable.
“En la parte de energía limpia el 100 por ciento se nos suministra a través de granjas eólicas y se utiliza en todo, solo los paneles solares son utilizados en el centro de distribución y alumbrado exterior, y lo hacemos por un tema de sacarle el mayor beneficio a los paneles solares, porque obtener la energía y almacenarla es más complicado, entonces es consumirla inmediatamente para no gastar en cómo ahorrarla y tener un beneficio real”, explicó Martínez.
Agregó que otras acciones que establecido son la remodelación del sistema trampeo de vapor para usar ese calor, al optimizar las calderas redujeron el consumo de gas natural, el 95 por ciento de los empaques son reciclables y redujeron 22 por ciento su consumo de agua.
Martínez adelantó que actualmente corren un proyecto para integrar biogas, con la intención de seguir moviéndose a fuentes sustentables.
Según ‘Our World Data’, una publicación de energía limpia, la energía nuclear es la que menos impacto de emisiones CO2 genera, con apenas 3 toneladas por cada gigovatio-hora de electricidad; le sigue la eólica con 4 toneladas, solar con 5 toneladas, hidroeléctrica con 34 toneladas, biomasa con 78 a 230 toneladas, gas natural con 490 toneladas, petróleo con 720 toneladas y carbón con 820 toneladas.
“Para nosotros es importante asegurar una huella industrial sustentable e innovadora, y el mensaje más importante es que no son acciones aisladas, lo que tenemos es un programa que nos ayuda a asegurar que venimos en una buena dirección, seguimos en ella y hay todavía cosas por hacer”, destacó María Pardo, directora de la planta de vacunas de Cuautitlán Izcalli, de Sanofi-Pasteur México.
Capacitación con inteligencia artificial
La nueva planta de vacunas, Azteca, ubicada en Cuautitlán Izcalli, y que estará enfocada completamente a la vacuna contra la influenza, es la tercer planta en el mundo de Sanofi con inteligencia artificial que capacita al personal desde la realidad virtual y un entorno que permite conectarse en tiempo real con sus otras dos plantas hermanas ubicadas en Francia y Alemania.
“Algo que caracteriza a esta planta es la capacitación inversiva, con inteligencia artificial escaneamos la planta de Cuautitlán al 100 por ciento, al que llamamos Digital Twin o planta gemela, con esto tenemos una planta virtual que no solo ayuda en el conocimiento del proceso productivo (…) En el futuro esto tiene mucho potencial porque podemos tener acceso desde otros puntos de México o del mundo y cuando tengamos algún inconveniente pueden con la realidad virtual ver y ayudarnos a corregir de manera instantánea”, relató Pardo.
Apuntó que en las otras dos plantas ya se ha visto esta tecnología ayuda a la agilidad de resolución de conflictos operativos.
“Tenemos entrenamientos de realidad virtual, con unas gafas y guantes con sensores, los cuales todos los operadores pueden emular los procesos de la producción de la vacuna en una red virtual, esto ayuda muchísimo para garantizar un buen conocimiento y transferencia de éste del proceso productivo”, destacó la directiva.