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Protegen el hábitat en México de la mariposa Monarca

El programa ‘Alas para el Campo’ busca difundir la importancia de la polinización y crea más espacios de hábitat para especies como la mariposa y las abejas.

Alas para el Campo impulsa la agricultura sostenible en ciudades como Tijuana, Hermosillo, Culiacán, San Luis Potosí y Guadalajara.[Fotografía. Alas para el Campo]

La protección de la mariposa Monarca y el cuidado de su hábitat a su paso por el país, así como el de otras especies, han impulsado a empresas como la química BASF, organizaciones civiles y académicas, a crear un programa para impulsar el desarrollo de una agricultura regenerativa y sustentable, con medidas para el cuidado de especies polinizadoras y mejores prácticas para esta industria.

México es uno de los países con mayor tránsito de la mariposa Monarca a través de la ruta migratoria más grande por América del Norte, y su flujo se ha convertido en una oportunidad para la agricultura entre las comunidades e incluso los países.

Andrés Monroy, presidente de BASF para México, Centroamérica y el Caribe, explicó a El Financiero que esto ha dado pauta a la creación del programa “Alas para el Campo”, pues en los últimos años se ha ido perdiendo hábitat para la migración de la mariposa Monarca, además de que el aumento demográfico, la pérdida de tierra arable y un mayor consumo, desafían la forma de producir para alimentar a la humanidad.

“Para el 2050 vamos a ser más de 10 billones de personas en el mundo y tenemos que alimentarnos. Según las Naciones Unidas, cada año estamos perdiendo más de 12 millones de hectáreas de tierra arable, cada vez tenemos menos y producir más alimentos, es uno de los grandes desafíos que tenemos para la humanidad, de ahí sale Alas para el Campo”, explicó.

Aproximadamente, un tercio de los productos agrícolas que se producen en el mundo dependen de la polinización, es decir 1 de cada 3 frutas o verduras que consumimos dependen directamente de polinizadoras como mariposas, abejas o los murciélagos, entre otros.

En ese sentido, el programa de acción de ‘Alas para el Campo’ se basa en tres ejes para difundir la importancia de la polinización y crear más espacios de hábitat para estas especies, a la vez que se generan prácticas más sustentables para la agricultura, entre las que destacan la creación de franjas florales entre los cultivos para la polinización, refugios, cercos vivos o jardines y la capacitación de las comunidades.


En México se han sumado a este proyecto la Agencia de Cooperación Técnica Alemana (GIZ), la Universidad de las Américas de Puebla, así como alianzas privadas como con la compañía de energía BP para poner en las gasolineras jardines polinizadores.

“Hace poco más de un mes lanzamos ya esta iniciativa fuera de México, la presentamos en Costa Rica, con Grupo Colono, uno de los distribuidores más grandes para ese país y Centroamérica en el área de construcción y el sector agropecuario, ellos ya están poniendo en todos sus locales estos jardines polinizadores”, señaló.

En cuatro años de operación del programa, BASF ha logrado crear 17 mil metros cuadrados de jardines polinizadores a nivel de ciudad y más de 421 mil metros cuadrados de refugios y franjas en México y Centroamérica, además de impactar a más de 2 mil agricultores con módulos de capacitación, y entrenado a más de 125 distribuidores.

El programa Alas para el Campo impulsa la agricultura sostenible desde Tijuana, Hermosillo, Culiacán, San Luis Potosí, Guadalajara, Michoacán, Altamira, Puebla, Tultitlán y Lerma. “Más allá de toda la ruta migratoria estamos inclusive en Ciudad de México con muchos de los jardines polinizadores. En Costa Rica no llega la mariposa Monarca pero sí estamos impactando en la parte de los polinizadores y ya estamos en siete provincias”, precisó.

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