La cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) está afectando los estados financieros del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y pone en duda la viabilidad del negocio del principal aeropuerto del país.
De acuerdo con una auditoría realizada por Mazars a los estados financieros consolidados del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM), al 31 de diciembre del 2020, las obligaciones del aeropuerto capitalino como aval de los pagos a los bonistas “generan una duda significativa acerca del AICM para continuar como negocio en marcha”.
Tras la cancelación del aeropuerto de Texcoco, el gobierno actual decidió liquidar los fideicomisos, entre ellos el MEXCAT, que tenía reservas por 6 mil millones de dólares para financiar el proyecto aeroportuario.
Como parte de la estrategia, la Federación recompró mil 800 millones de dólares en papeles y, el resto, 4 mil 200 millones de dólares, acordó pagarlo a los bonistas a más de 20 años. Los recursos para pagar ese monto provienen de la Tarifa de Uso de Aeropuerto (TUA) del AICM.
Es decir, todos los recursos obtenidos a través del cobro de este derecho, van al fideicomiso 80460, para cubrir los 210 millones 875 mil 645 dólares anuales que paga el gobierno a los bonistas, lo que equivale a poco más de 4 mil 206 millones de pesos.
El año anterior, el AICM tuvo una pérdida neta de mil 180 millones 750 mil pesos, de acuerdo con el informe de los auditores independientes, esto debido a la disminución de casi la mitad de los ingresos del puerto aéreo, sobre todo, a causa de la pandemia.
Aunque el gobierno cubrió la totalidad del pago a los bonistas, incluyendo los intereses, dejó al AICM con una fuerte pérdida que lo coloca en una endeble posición financiera de cara a este año, en el que debe amortizar otros 210 millones de dólares debido a la cancelación del NAIM.
El documento también revela que mediante un acuerdo, el GACM cedió la responsabilidad para cubrir la deuda al AICM, por lo que este último “garantizó el pago de los recursos invertidos en el avance de la obra del NAICM por 4 mil 200 millones de dólares por la deuda contraída por el Fideicomiso 80460 mediante el esquema de la Cesión Onerosa de los derechos de cobro del TUA1”.