Durante el primer semestre de este año, el 55 por ciento de las empresas de tecnología en México han tenido problemas para abastecer computadoras, smartphones, tarjetas gráficas para computadoras de gammers y otros, debido a la escasez de semiconductores a nivel mundial, aseguró Ricardo Zermeño, director general de Select, firma especializada de mercados en la industria TIC.
“Hay demanda, pero hay problemas de abasto (de productos) que hace un año lo señalaban como el 30 por ciento de los encuestados y ahora el 55 por ciento dice tener problemas de abasto para surtir la demanda”, detalló el directivo de Select.
Agregó que la escasez de chips afectó a tecnológicas, productores de línea blanca y automotrices, pues este insumo es necesario para armar computadoras, teléfonos, televisores y hasta coches.
Ricardo Zermeño apuntó que las compañías también reportan problemas de abasto de pilas de litio, cuyo artículo es necesario para smartphones y autos eléctricos.
La falta de chips también ‘golpea’ al bolsillo de los consumidores, pues provocó el encarecimiento de hasta 30 por ciento en el precio de las computadoras y de hasta 15 por ciento en el caso de los smartphones durante el primer semestre de este año, de acuerdo con The Ciu.
Para Zermeño la estabilización de suministro de semiconductores podría darse hacia la próxima mitad de 2022.
“Algunos opinaban que en el segundo semestre de este año se solucionaría el problema y ahora se está moviendo hacia inicios o mediados del próximo año y está afectando las ventas particularmente de empresas que no han tenido los recursos y la planeación para hacer contratos”, comentó.
Desde 2020, la pandemia provocó la suspensión gradual a nivel mundial de distintas operaciones, lo cual rompió cadenas de suministro de empresas manufactureras, provocando una escasez de semiconductores o chips que son indispensables para armar productos como celulares y computadoras, además de ser esenciales para la industria automotriz.
El tiempo que les toma a las empresas recibir sus pedidos de chips se ha extendido a más de 20 semanas, lo que indica que la escasez que ha frenado a los fabricantes de automóviles y de computadoras está empeorando.