El encarecimiento del acero, varillas, alambre, cemento, concreto y otros materiales para la construcción, así como el desabasto de semiconductores para maquinaria pesada y la falta de inversión en obra pública, amenazan con alargar la agonía de más de 9 mil constructoras en México.
El año pasado, la pandemia frenó cientos de proyectos y ha provocado una desaceleración en la producción de vivienda, oficinas e infraestructura en general.
Francisco Solares Alemán, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), advirtió que la inflación en el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) anualizado para la industria de la construcción alcanzó un alza de 16 por ciento al mes de septiembre, lo que provocará un encarecimiento de obras para los próximos meses.
“Uno de los insumos grandes que ha hecho que suba estos niveles es el acero, el acero ha subido muchísimo de precio y también los productos que se fabrican con el acero como la malla electrosoldada, el alambre, el clavo, todo eso ha tenido más aumento que el acero de refuerzo o el acero para estructuras”, aseveró en entrevista con El Financiero.
La emergencia sanitaria del coronavirus interrumpió desde el año pasado la producción y suministro de commodities como el acero, material que ha experimentado un alza de hasta 40 por ciento en su precio, situación que algunos analistas consideran se pueda estabilizar en poco tiempo. Sin embargo, la industria de la construcción se prepara para nuevas alzas.
“Aunque hubo ya una etapa de estabilización en los últimos dos meses del precio del acero, esperamos nuevamente incrementos del acero hacia fin de año y el 2022 porque se tiene noticias que en China pararán grandes hornos de laminadoras, de acereras y eso va a incrementar más la escasez en el mundo y desde luego va a subir el precio”, comentó.
Pedro Fernández, presidente nacional de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI), agregó que la escalada en precios de materiales como el acero y en menor medida el cemento, concreto, plástico, entre otros, podría impactar en la adquisición de inmuebles.
“Habrá mucha industria que desarrolla que va a tener que esperar a que se asienten las aguas, porque el acero es fundamental en la construcción y está en récords históricos de alza y eso es alarmante porque sí entorpece y creo que va a haber un momento en el que tendremos que esperar”, dijo en conferencia reciente.
‘Quitan chip’ a obras
La escasez mundial de chips o semiconductores para la producción de maquinaria, computadoras, vehículos y herramientas tecnológicas también ha golpeado la producción de obra en México, junto al acero, por la dependencia a mercados asiáticos y europeos para la renovación de equipo necesario en la construcción como grúas, tuneladoras, excavadoras y equipos ligeros.
“Tenemos problemas con el suministro de maquinaria, el parque de maquinaria de México no se ha renovado adecuadamente en varios años y ahora dada la velocidad de los grandes proyectos que tenemos en el sureste, como el Tren Maya y la Refinería de Dos Bocas, requieren equipo nuevo que sea muy eficiente. Desgraciadamente en el mundo hay escasez también de equipo por la falta de acero y chips”, comentó el presidente de CMIC.
Agregó que los tiempos de entrega de maquinaria van de 10 meses hasta 12 o 14 meses según los equipos y eso trae también un retraso en el desarrollo de las obras.
Inversión insuficiente
Aunado a lo anterior, la inversión en obra pública ha sido insuficiente para impulsar la actividad de las constructoras, por lo que piden mayor participación en nuevos proyectos de infraestructura para detonar la demanda de toda la industria.
Esta situación ha ocasionado que las empresas que forman parte de la Asociación Mexicana de la Industria del Concreto Premezclado (AMIC), que cuentan con más de 850 plantas de concreto en todo el país, enfrenten pérdidas anuales en ventas de casi el 20 por ciento por menos obras.
“Seguimos con una gran pérdida de nuestra venta, considero que más o menos seguimos perdiendo un 20 por ciento de nuestra venta anual, y esto debido no tanto a la pandemia, a nosotros lo que nos afecta es la falta de inversión extranjera, la falta de inversión pública en obras de infraestructura en los estados”, aseguró Ana Laura Burciaga, presidenta de la AMIC.
Agregó que, a pesar de tener una base de asociados permanente entre los que destacan firmas como Cemex, Holcim, Cruz Azul, Cementos Moctezuma, GCC y Concretos Fortaleza, muchas de las pequeñas firmas han tenido que reducir la operación de sus plantas por este impacto.
“Nuestros agremiados que tienen varias plantas se han visto en la necesidad de reducirlas, es decir si tenían 15 plantas instaladas en alguna de las ciudades importantes de México, a lo mejor hoy tiene 10″, explicó.