El plan de Luis Bertrand Rubio, nuevo director de Interjet, es reiniciar las operaciones de la aerolínea con 10 aviones, menos trabajadores y vuelos desde tres aeropuertos: Santa Lucía, Toluca y el de la Ciudad de México (AICM), a un año de haber suspendido operaciones el pasado 11 de diciembre de 2020.
“Tenemos que disminuir la plantilla de personal y luego, poco a poco, irla incrementando conforme vaya creciendo la flota de aviones de la empresa. Estamos en el proceso de conciliación con todos (los trabajadores), yo no puedo decir en qué términos o cómo, pero nos vamos a sentar a negociar con ellos”, dijo Bertrand Rubio.
Sin embargo, ese objetivo estaría lejos de concretarse, debido a que aún no cuenta con inversionistas, además de tener varios adeudos que suman alrededor de mil 250 millones de dólares con el Servicio de Administración Tributaria (SAT), aeropuertos en Estados Unidos, pagos de turbosina y pasivos con sus más de 5 mil trabajadores.
A esos obstáculos, el directivo debe sumar el reclamo de entre 9 mil y 12 mil pasajeros de la aerolínea que se quedaron con boletos pendientes de utilizar.
“Tenemos la intención de pagar, no queremos que la empresa desaparezca”, afirmó Bertrand, quien sostuvo que existen fondos de inversión interesados en inyectar capital o incluso financiar a la línea aérea para reiniciar su vuelo.
A favor, subrayó Bertrand en una reunión con medios realizada el viernes pasado, tiene el valor de marca de la aerolínea, la concesión y activos por 50 millones de dólares.
La visión del nuevo director de Interjet –que renunció a su puesto como director del Aeropuerto Internacional de Toluca (AIT)–, es que, en un plazo no mayor a seis meses, la aerolínea retome el servicio aéreo.
Atrás quedará el recuerdo de los aviones rusos, los Superjet 100 de Sukhoi, que afectaron a la aerolínea por la falta de proveedores de refacciones. En su primera semana como CEO de la empresa propiedad de Alejandro del Valle, actualmente en la cárcel por una acusación de fraude en otros negocios, Bertrand aseguró que logró eliminar los costos de rehabilitación de 22 aviones rusos de los que aún tenía que hacerse cargo la empresa.
Este avance, explicó el director general de la aerolínea, le permitió recortar sus pasivos en 6 mil 300 millones de pesos.
“Estamos destrabando los problemas que se tienen con los Sukhoi. Tenemos que regresar los (22) aviones navegables y por lo mismo se les tiene que invertir. No lo hará Interjet, sino los dueños y la empresa pondrá la rehabilitación con trabajadores de Interjet. Con esto comenzamos a mover el elefante”, detalló.
Según los abogados que asesoran financiera y laboralmente a Interjet, se necesitan 5 millones de dólares para reactivar la operación de la empresa, pero esta cifra no considera las múltiples negociaciones que se tienen que realizar con acreedores, incluidos los trabajadores.
En su momento más alto, la aerolínea fundada por la familia Alemán llegó a cotizarse en mil 100 millones de dólares, contaba con una flota de casi 90 aviones y competía con otros jugadores de la industria aérea nacional como Aeroméxico. En el momento de su caída, solo operaban cuatro aeronaves con una planta laboral de más de 5 mil empleados.
De esos colaboradores, que mantienen la huelga en las instalaciones de Interjet en todo el país, solo 700 podrían quedarse laborando en la aerolínea en la primera etapa del plan de Bertrand.
El plan de inversiones está planteado para tres rondas: la primera de 5 a 50 millones de dólares; la segunda de 300 a 350 millones de dólares; y la tercera de 300 a 400 millones de dólares.
El directivo pretende impulsar una nueva aerolínea regional que cubra rutas al interior del país con aviones checoslovacos con una capacidad para 20 pasajeros, un modelo que no ofrece ninguna empresa.
Las propuestas de Bertrand es impulsar una división de carga para la aerolínea y buscará que Viva Aerobus e incluso Volaris den mantenimiento a sus aeronaves en los Centros de Mantenimiento (MRO) que tiene Interjet en Toluca y el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).
Además, deberá convencer a la sección 15 de la CTM de permitirles entrar a las instalaciones para obtener los registros contables y otros documentos que no han podido tener los nuevos administradores.