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Las preocupantes señales del ‘vuelo’ de Aeromar para convertirse en la ‘próxima’ Interjet

Despido de personal y adeudos con el Gobierno y trabajadores son solo algunos de los problemas de la aerolínea.

Aeromar está en riesgo de que la administración del AICM la desaloje (Tercero Díaz/Cuartoscuro)

Aeromar atraviesa por una fuerte crisis financiera que está relacionada con la falta de inversión y cumplimiento de acuerdos entre la empresa y su cuerpo de trabajadores, que engloba a alrededor de 700 empleados incluyendo pilotos, sobrecargos, así como personal de tierra.

Aeromar acordó reducciones salariales con sus tripulaciones durante la pandemia de COVID-19 para apoyar a la empresa ante la crisis en la industria aérea. No obstante, estas se han mantenido pese a que, formalmente, ya no tienen vigencia.

Además, en las últimas semanas, la empresa ha despedido a personal de tierra, que tampoco había recibido sus pagos completos y a tiempo, por lo que la aerolínea ha ido disminuyendo su personal.

‘Síntomas’ de una crisis mortal

  • Algunas de los “síntomas” que tiene Aeromar, y que son similares a los que tenía Interjet antes de suspender sus vuelos son los siguientes.
  • Abandono de los inversionistas: desde el 2017, los dueños de Aeromar, la familia Katz, no han inyectado capital en la línea aérea.
  • Pasajeros: el número de personas transportadas antes de la pandemia en rutas nacionales no se ha recuperado, incluso presenta una caída de 11 por ciento en junio: opera solo 7 aeronaves en vuelos en México.
  • A nivel internacional tiene una caída del 85 por ciento en el número de pasajeros movilizados en junio. Después de una temporada al alza, los vuelos hacia el extranjero, así como los pasajeros, descendieron en el sexto mes del año.
  • Pagos incompletos y atrasados: Aeromar acordó descuentos salariales que rondaban 40 por ciento para pilotos, esto para hacer frente a la pandemia y que esas reducciones permitieran mantener en operación a la línea aérea.
  • Adeudos fiscales: La aerolínea debe por lo menos 70 millones de pesos por turbosina, así como otros pagos pendientes a la administración del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), del que podría ser desalojado en los siguientes meses.
  • Los dueños se han instalado fuera del país y, aunque se han reunido con trabajadores, no han cumplido con los acuerdos que consisten en pagos a tiempo y completos, así como inversiones en la línea aérea.
  • No ha podido conseguir un préstamo por 75 millones de dólares de la banca de desarrollo que estaba presupuestado para aliviar sus finanzas y migrar su operación al AIFA.

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