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Producción nacional de vacunas se desploma en los últimos cuatro años

En la primera mitad del 2022 se generaron 1.2 millones de unidades, 91% menos que las hechas en el 2017.

Para 1998, México dejó de ser autosuficiente en la producción de vacunas y se comenzaron a importar algunas. (Bloomberg)

Lu nació en febrero del 2020, antes del confinamiento del COVID-19 en México. A diferencia de otras generaciones de niños, la bebé no pudo acceder de manera inmediata a la prueba tamiz, ni recibió las vacunas de hepatitis B, ni tuberculosis meníngea miliar, debido a que no había existencias en los hospitales públicos y en los privados fue complicado conseguirlas.

“No tenían las pruebas tamiz, ni las primeras vacunas y nos movimos al sector privado, pero en la prueba tamiz sí nos esperamos hasta tenerla en el seguro porque en el privado tampoco había. Las recomendaciones del médico eran que las recibiera naciendo, pero no sucedió así”, relató Axel, papá de Lu, que ahora tiene dos años y medio.

Los siguientes bloques de vacunas, que se aplican tras el primer bimestre para prevenir enfermedades como difteria, tosferina, poliomielitis, rotavirus, neumonía, sarampión y varicela se retrasaron un par de meses en lo que las conseguían en el sector salud, o en el consultorio privado del pediatra.

Desde hace cuatro años, los volúmenes de producción de vacunas se encuentran en su nivel histórico más bajo, con 1.2 millones de unidades reportadas en la primera mitad del 2022; 342 mil dosis en el mismo periodo del 2021; poco más de 602 mil en el 2020 y 1.3 millones en el 2019, de acuerdo con datos del INEGI.

“La hexavalente me costó mucho trabajo conseguirla, se la pusieron hasta los ocho meses, cuando es de las primeras. Hubo dos vacunas que no se las pudieron poner en el Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios y esas sí las tuve que costear con el médico particular, y ahorita sigue sin estar al corriente, porque estamos esperando a que nos notifiquen cuando se cuente con las que le faltan”, compartió Claudia Ventura, mamá de Camila de un año con un mes de edad.

El desabasto de vacunas ha llevado a los padres a realizar travesías en hospitales públicos y privados, además de gastar hasta 9 mil pesos para completar el esquema de vacunación, incluso desde antes de la pandemia de COVID-19.


Al primer semestre de este 2022 en México se produjeron un millón 266 mil piezas de vacunas y antisueros, muy lejos de las 14.6 millones de unidades que se reportaron en la primera mitad del 2017, cuando se alcanzó un nivel récord, arrojan datos del INEGI.

“Hasta el 2018 estábamos produciendo e importando de la mano con la vacunación y de repente no sucede nada durante toda esta administración, ese es el problema. Vamos a decir que esta baja de producción fueran factores externos, eso no lo dicen los datos porque en 2019 no se tuvieron insumos caros o problemas logísticos, la pandemia empezó en 2020″, apuntó Xavier Tello, analista en políticas de salud.

Hasta 2018 México tenía en el cuadro nacional de vacunación un esquema de 20 básicas y esenciales, siete de ellas producidas en el país, según datos de la consultora BMC en su análisis ‘Vaccine market and production capabilities in the Americas’.

El año pasado, solo el 27.5 por ciento de los niños de entre 12 a 35 meses de edad tenían el esquema completo de vacunación y solo uno de cada tres menores de esa edad recibieron las cuatro vacunas esenciales, reveló la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2021, en tanto que la encuesta previa del 2012 reveló que la cobertura fue de 74.2 por ciento.

“Este gobierno no ha hecho nada por darle una continuidad a las campañas nacionales de vacunación que históricamente teníamos desde los 80′s y que redujeron la mortalidad infantil de una manera enorme”, denunció Tello.

Recordó que en el 2015 hubo un brote de sarampión en Estados Unidos, y en ese momento se decía que deberían aprender de México, no tuvimos ni un caso porque todos estaban vacunados.

“Cuando llegamos a 2020 hubo un brote grande en la Unión Americana y llegó a nuestro país, pero gracias a la cuarentena se frenó”, relató.

De ser referencia a tener pérdidas millonarias

México comenzó a producir vacunas en 1939, luego en 1970 la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció al Instituto Nacional de Virología como centro regional de referencia en vacunas con lotes contra rabia, meningitis, tétanos y poliomielitis, cubriendo aproximadamente el 90 por ciento de las vacunas requeridas.

Para 1998, México dejó de ser autosuficiente en la producción de vacunas y se comenzaron a importar algunas.

Sin embargo, desde el 2020, la empresa estatal encargada de la producción, compra y distribución de vacunas e insumos para la salud, Laboratorio de Biológicos y Reactivos de México (Birmex) no puede ni producir sueros contra picaduras de alacranes y víboras porque le suspendieron los certificados de buenas prácticas a sus plantas de producción, además de ser descalificada de varias licitaciones por no contar con las capacidades técnicas para participar, y al cierre del 2021 reportó una deuda y pasivos por 3 mil 999 millones de pesos.

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