El gobierno mexicano no ha podido recuperar la categoría 1 en seguridad aérea en casi año y medio: aunque los pronósticos de la autoridad iban desde tres a siete meses, estos no se cumplieron aún. Mientras tanto, no solo se desaprovecha la oportunidad de abrir más rutas o incrementar frecuencias hacia Estados Unidos por parte de las líneas aéreas mexicanas, sino que éstas tienen por lo menos 79 aeronaves que no pueden volar hacia puertos aéreos de la Unión Americana.
Una de las consecuencias de la degradación, registrada en mayo del año pasado, es la imposibilidad de volar con aviones nuevos en la flota de las aerolíneas, hacia destinos en Estados Unidos, incluso cuando estos hayan sido operados por Aeroméxico, Volaris o Viva Aerobus antes de la caída en la categoría.
En el último año, las empresas aéreas aceleraron el crecimiento de sus flotas, pues encontraron en la pandemia, una oportunidad para reorganizar sus pedidos y adquirir aeronaves de última generación que, generalmente, tienen un consumo de combustible más eficiente y permiten transportar a más pasajeros.
Así, Aeroméxico recibió, entre junio del año pasado y septiembre del 2022, por lo menos 40 aeronaves del fabricante Boeing de última generación, aviones que están diseñados para realizar vuelos de medio radio, es decir, de distancias de entre tres y cinco horas, lo que permitiría a esas aeronaves volar hacia aeropuertos en Estados Unidos.
“Todo el mundo piensa en rutas, que no podemos abrir nuevas por estar en categoría 2, pero al bajar la categoría, los aviones que tenías en el certificado de operación previo a la degradación son los únicos que podemos usar para Estados Unidos, entonces, estos 40 aviones que hemos recibido, que son lo más nuevos, y lo mismo las otras dos líneas aéreas que han recibido aviones, no pueden volar a Estados Unidos”, refirió Andrés Conesa, director general de Aeroméxico.
La línea del ‘Caballero Águila’ pasó de tener 106 aeronaves durante el segundo trimestre del año pasado a 134 al cierre del primer trimestre de este año, esto según información de la línea aérea.
De ese total, una treintena son del modelo más reciente de la familia 737, los aviones MAX, que tiene un consumo de combustible menor y, por tanto, menos emisión de carbono por pasajero.
Volaris es otra de las empresas que ha incrementado su flota en el último año, pero que no ha podido usar esas aeronaves para volar a otros destinos en Estados Unidos o, incluso, el sur de Canadá como lo había previsto la línea aérea.
La aerolínea dirigida por Enrique Beltranena tiene una flota, a agosto, de 114 aeronaves, 23 por ciento más que al cierre de junio del año pasado. El aumento en los aviones que opera Volaris ha sido en el segmento de última generación de Airbus 320 y 321, que tienen una mayor capacidad de pasajeros y un consumo menor de combustible.
En ese sentido, al menos 22 aeronaves que se han sumado a la flota de Volaris no han podido ser usadas para destinos a Estados Unidos.
De acuerdo con datos de OAG, una consultora de información aeronáutica, el mercado entre México y Estados Unidos es el segundo con mayor oferta de asientos en todo el mundo, con 3.7 millones de plazas durante junio y está solo detrás de los vuelos entre España y el Reino Unido.
Para Fabricio Cojuc, asesor independiente del sector aéreo, los principales destinos nacionales -Cancún, Puerto Vallarta, Los Cabos y Tijuana- han absorbido la demanda de viajes que no se ha podido colocar a Estados Unidos por la categoría 2, pero es posible que esos mercados ya no puedan aumentar, en el corto plazo, aún más la oferta de asientos, por lo que se tendrán que buscar nuevos destinos.
El experto agregó que las empresas mexicanas no pueden agregar nuevas rutas, frecuencias ni aeronaves a Estados Unidos, pero tampoco pueden sobrevolar, con aviones nuevos en sus flotas, espacio aéreo estadounidense para ir a Canadá.
El Centro de Investigación y Competitividad Turística Anáhuac (Cicotur) estima que el golpe a las líneas aéreas mexicanas por la degradación, al finalizar este año, será de cerca de 3 millones de pasajeros que fueron tomados por las empresas con bandera estadounidense.
Para Conesa, las aerolíneas de la Unión Americana no han podido incrementar aún más su capacidad de asientos hacia México porque carecen de personal capacitado para atender esos vuelos.
“Los norteamericanos sí pueden hacerlo (aumentar vuelos), pero no lo han hecho porque tienen problemas de personal. Entonces, quien está perdiendo es el destino (México)”, agregó.
En tanto, Viva Aerobus ha incrementado en 17 aeronaves su flota en el último año, al llegar a 64 en septiembre, pero no ha podido colocar, al menos siete rutas, hacia Estados Unidos debido a la degradación.
Aunque las aerolíneas han estado al margen de la solución en la degradación, pues ésta afecta a la autoridad aeronáutica, las consecuencias financieras y de parque han ido en aumento. Por ahora, no se prevé una recuperación de la categoría antes del siguiente año.
El Centro de Investigación y Competitividad Turística (Cicotur) de la Universidad Anáhuac estimó que las líneas aéreas mexicanas han perdido alrededor de 9 mil 200 millones de pesos por no poder aumentar su capacidad en vuelos hacia y desde Estados Unidos, debido a la degradación de la autoridad mexicana a la categoría 2 desde mayo del año pasado.