Para que la aerolínea militar que pretende impulsar el gobierno tenga el nombre de “Mexicana”, éste tendría que hacer frente a los múltiples litigios que pesan sobre la línea aérea y adquirir los derechos litigiosos, esto con el fin de hacer uso de las marcas que usaba la principal línea aérea del país y que dejó de volar hace 12 años.
El presidente Andrés Manuel López Obrador reiteró su intención de que la aerolínea militar tenga el nombre de Mexicana, pero esto solo sería posible si el gobierno da por terminado el litigio que pesa sobre la línea aérea e indemniza a quienes así lo han reclamado.
“Jurídicamente tendríamos que poner cómo está el litigio sobre la marca Mexicana, no solo es que el presidente quiera que se llame Mexicana, pero el tema es que está el litigio, no es disponibilidad inmediata a menos que el gobierno comprara los derechos litigiosos indemnizara a quienes lo han exigido”, explica Rogelio Rodríguez, doctor en Derecho Aeronáutico.
El experto indica que si la estrategia del gobierno es recuperar la marca Mexicana de Aviación pagando los “derechos litigiosos”, para dar por terminado el conflicto laboral, sería positivo.
Bajo ese escenario, Rodríguez apunta a que si esta es la opción del presidente, se tendría que incluir a los extrabajadores de la aerolínea como parte de proyecto encabezado por la Sedena e, incluso, permitir que otros profesionales de la aviación, de aerolíneas en quiebra como Interjet, se sumen al proyecto.
“Es lógico que te traigas a los extrabajadores de Mexicana, incluso ahora de Interjet porque hay un capital humano desaprovechado”, agrega el doctor en Derecho Aeronáutico.
Cabe recordar que, al inicio del sexenio, el gobierno impulsó la creación de una cooperativa que vinculara en un proyecto a los extrabajadores de Mexicana. Ese plan también contemplaba el inicio de una línea aérea con 10 aeronaves que volara a destinos poco atendidos, usando la marca Mexicana o alguna otra parecida, además de tener como base de operación al aeropuerto Felipe Ángeles.