La escasez de semiconductores y la falta de inventario en la región de Norteamérica por la crisis en la cadena de suministro, impulsó la llegada de nuevas marcas asiáticas a México durante la pandemia, lo que ocasionó una reconfiguración en el mercado interno del país, donde las armadoras chinas, coreanas, japonesas y modelos ensamblados en la India son los nuevos ‘reyes’.
Gerardo Gómez, director general de J.D. Power México, dijo a El Financiero que antes del COVID, la participación de mercado de las firmas asiáticas como Nissan, Suzuki, Honda, Hyundai o KIA, representaba el 50 por ciento. Sin embargo, con el coronavirus y la llegada de nuevas marcas chinas, entre ellas Chirey, aumentó hasta un 56 por ciento.
“Ahorita se dio el flujo de estas marcas, entre las coreanas y chinas que están llegando y ya estamos arriba del 55 por ciento o 56 por ciento de las ventas vienen por parte de las marcas asiáticas”, explicó.
Destacó que existe actualmente una reconfiguración, guiada por la armadora japonesa Nissan que tenía casi el 20 por ciento de participación. “Hoy Nissan ha estado sufriendo la escasez igual que muchas otras marcas, y ha dado lugar a que otras marcas tomen un lugar relevante”, resaltó, y agregó que se sigue un ajuste ante la penetración de las firmas asiáticas en el país.
“Seguimos en un ajuste dada la llegada en los últimos ocho años de estas marcas grandes, las marcas coreanas y las marcas chinas y las que van a venir, probablemente va a ser más fácil que le quiten al que tiene más volumen. Ahora, si amarramos esto al tema de disponibilidad de inventario por la escasez en específico de microprocesadores, las marcas están pudiendo capitalizar el momento”, expuso.
Actualmente en México, además de las compañías asiáticas más grandes del mercado, se pueden encontrar modelos de autos chinos como Baic, JMC y JAC. Sin embargo, durante la pandemia arribaron al país al menos unas tres marcas más, que son Chirey, Saic y Lexus.
De enero a septiembre, la industria automotriz de vehículos ligeros vendió en México 778 mil 527 unidades nuevas, de las cuales la participación de las grandes firmas quedó así: la japonesa Nissan con 15.5 por ciento de colocaciones, General Motors (Estados Unidos) con 15.2 por ciento, Volkswagen (Alemania) con 11 por ciento, Toyota (Japón) 8.8 por ciento, KIA (Corea del Sur) 8.6 por ciento, Mazda (Japón) 4 por ciento, Hyundai (Corea del Sur) 3.9 por ciento, y Suzuki (Japón) con 3.8 por ciento del mercado.
Guillermo Rosales, presidente de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), coincidió en que la afectación en la producción de semiconductores y de vehículos en la región de Norteamérica, seguida de Europa y Sudamérica, ha sido aprovechada por los principales jugadores en Asia.
“China e India hemos observado una mejor disponibilidad de componentes, y eso ha reconfigurado el suministro de vehículos a México, el cual este año China se constituye como el principal exportador de vehículos ligeros hacia México, yo estimo de enero a septiembre los vehículos de origen chino estarán participando con el 22 por ciento de las importaciones totales para México”, dijo en entrevista.
Añadió que esta situación también abona a la competitividad del mercado, pues si bien México no tiene acuerdo de libre comercio con China, el hecho de que casi el 90 por ciento de la producción automotriz del país se exporte, le da un margen superavitario a los fabricantes que operan en el país y con ello pueden tener acceso sin pago de aranceles a automóviles producidos por sus subsidiarias en otras regiones del mundo.
“Hace 15 años Brasil era más competitivo para complementar la oferta del mercado mexicano, hace tres años India tenía este lugar de privilegio y este 2022 China se ha constituido como la mejor opción para complementar el mercado nacional”, agregó.
Dijo que “China tiene elementos competitivos para seguir siendo un actor relevante en la complementariedad de la oferta de vehículos en México, por su competitividad”.
Mientras tanto, las principales marcas asiáticas como KIA Motors, Suzuki, Hyundai, Mitsubishi, Honda, Toyota y Nissan, aceleran su carrera a superar sus ventas este año, algunas incluso por encima de niveles prepandemia, y otras adelantando la introducción de vehículos eléctricos para conquistar el mercado mexicano.