El Gobierno de México concretó este viernes 6 de enero la compra de la marca Mexicana de Aviación por 816 millones de pesos, el objetivo es crear una empresa aérea dirigida por elementos en retiro de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Esta compañía ya arrastraba problemas financieros desde agosto de 2010, cuando más de 8 mil trabajadores dejaron de operar en la compañía por falta de liquidez.
Un mes después de ese mismo año, Mexicana de Aviación no encontró otra alternativa y entró en concurso mercantil, razón por la cual iniciaron las negociaciones con los acreedores para tratar de reducir la deuda y evitar la quiebra.
Sin embargo, la quiebra no se pudo evitar y durante una ‘mañanera’ el presidente Andrés Manuel López Obrador abrió la posibilidad de adquirir Mexicana de Aviación tras protestas por parte de extrabajadores y jubilados, quienes acusaban que no habían sido liquidados.
Luego de que lanzara la oferta el mandatario, varios grupos mostraron interés en comprar la aerolínea; no obstante, al no comprobar recursos y no alcanzar acuerdos con los sindicatos de trabajadores, las negociaciones no prosperaron.
Tras el fallido intento de encontrar un inversionista que rescatara a la aerolínea y poco más de tres años de estar en concurso mercantil, la juez Edith Alarcón declaró la quiebra de Mexicana de Aviación el 3 de abril de 2014.
En un acuerdo publicado en el Consejo de la Judicatura Federal se declaró en estado de quiebra a la empresa Mexicana de Aviación, sociedad anónima de capital variable, por encontrarse en la hipótesis prevista por la fracción II de los artículos 167 y 168 de la Ley de Concursos Mercantiles (LCM).
“Con esta fecha tres de abril de dos mil catorce, se declara de plano en estado de quiebra a la empresa concursada Compañía Mexicana de Aviación, sociedad anónima de capital variable, por encontrarse en la hipótesis prevista por la fracción II de los artículos 167 y 168 de la Ley de Concursos Mercantiles (LCM)”, señala el texto.
Grupo Williams fue el último de 35 inversionistas que intentaron reactivar la operación de la aerolínea que dejó de operar en agosto de 2010, y para el cual las autoridades solicitaban un respaldo financiero de al menos 300 millones de dólares.