Tras la publicación del anteproyecto del decreto para suspender las operaciones exclusivas de carga en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), las aerolíneas dedicadas al traslado de mercancías y otros productos, han comenzado a ceder.
Las líneas aéreas cargueras han comenzado a aceptar la migración completa de operaciones propuesta con el gobierno y la cual han trabajado durante alrededor de 9 meses, confirman fuentes involucradas en el proceso,
“Un par de aerolíneas ya tomaron la decisión de cambiarse, al inicio estaban indecisas, pero ya han aprobado irse al Felipe Ángeles, pero un elemento que deben poner sobre la mesa es la recuperación de la categoría 1″, puntualiza la fuente consultada por El Financiero que prefirió mantener el anonimato.
Pese a comenzar a ceder, las empresas cargueras han expresado, en contraparte, que el periodo de 90 días asignado para mover toda las operaciones de carga no es el idóneo para poder realizarlo de una forma segura y eficiente.
Por ejemplo, la aerolínea Mas, la más importante en el país entre las firmas de carga, ha sugerido que el plazo para poder realizar la migración de forma segura debe ser de, por lo menos, 180 días hábiles.
“Resulta también esencial que antes de cualquier migración, se garantice por parte de la autoridad aeronáutica mexicana, que no existirán obstáculos en el proceso de modificación a las autorizaciones de las rutas que actualmente se operan desde el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, para los aeropuertos que los operadores elijan para continuar operando, considerando desde luego, la operación de las rutas hacia los Estados Unidos afectadas por la degradación de categoría”, dijo Alejandro Cobián, director legal de Mas en un comentario ante el anteproyecto presentado en la Conamer.
Carlos Torres, especialista independiente del sector aéreo, señala que debido a la degradación en seguridad aérea, las aerolíneas cargueras estarían impedidas para abrir rutas desde otros aeropuertos en el Valle de México hacia los aeropuertos que ahora conectan, con operaciones de carga, pero que la intención del gobierno sería, como se ha planteado la migración, recuperar la categoría en los siguientes 90 días.
Además, el especialista indica que la migración de operaciones desde el AICM difícilmente puede realizarse a otro aeropuerto que no sea el AIFA, pues en la zona, aunque haya otros puertos aéreos, no hay ninguno que tenga las condiciones de infraestructura necesarias para recibir el volumen de carga que se opera en el AICM.
“Toluca, Puebla, Querétaro no tienen las condiciones para albergar la carga que se mueve, sobre todo, internacionalmente. Con la apertura del AIFA, y si bien el decreto no puede obligar a las aerolíneas a ir allí, este se convierte en el candidato natural. Y, además, tiene oportunidades de crecimiento”, remarca Torres en entrevista.
El punto central, por ahora, es la forma en que se dará la migración. Para Grupo Avianca, los efectos de la restricción de operaciones cargueras será el incremento de costos del transporte aéreo y almacenamiento, además del aumento en los tiempos de tránsito a la Ciudad de México.
“En nuestro caso el impacto es cercano al 16 por ciento de los ingresos procedentes en carga. Visto lo anterior, y sin ser el ideal para nosotros, si se considera implementar la restricción en cuestión, sugerimos respetuosamente, antes de ello se logre articular los siguientes procesos y tiempos, todos tendientes a mitigar el impacto en costos y competitividad de la restricción en este segmento complementario al transporte aéreo de pasajeros”, señaló Avianca que, además, pidió se extienda el plazo a un año para poder realizar la migración.
¿Migrar vuelos de carga desaturaría al AICM?
El gobierno ha señalado que el motivo para suspender las operaciones de carga en el aeropuerto de la capital, que no incluye los vuelos de pasajeros en donde también se lleva carga en la panza del avión, es la saturación del espacio aéreo y de las terminales que conforman el ‘Benito Juárez’.
No obstante, las operaciones exclusivas de carga representan no más del 3 por ciento de los vuelos que se tiene en un día en el AICM, además que estas operaciones no se llevan a cabo en franjas horarias saturadas.
“El resultado de la aplicación del decreto no ayudará a descongestionar la saturación actual del AICM ya que las operaciones de carga únicamente absorbe el 3 por ciento del total de las operaciones diarias, adicionalmente la mayoría de los horarios en que se realiza la operación no son los saturados”, precisa la Cámara Nacional de Aerotransportes (Canaero).
De acuerdo con los documentos disponibles en la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer), el movimiento de operaciones desde el AICM al AIFA costaría 9 millones 713 mil 706 pesos, e impactaría a los 16 concesionarios que exclusivamente manejan carga en el aeropuerto capitalino, además de a los trabajadores que tendrían que migrar, de igual forma, hacia la zona de Zumpango, en el Estado de México.
Por ahora, pese a los comentarios vertidos de las líneas aéreas, el gobierno insiste en el periodo de 90 días.