La aprobación de la legalización del cabotaje en México, una iniciativa promovida por el gobierno y enviada para su análisis a la Cámara de Diputados, sería vista con sorpresa por el Consejo Internacional de Aeropuertos en América Latina (AIC-LAC), que estima que las condiciones de competencia justa entre aerolíneas deben guiar las decisiones gubernamentales.
“A las compañías mexicanas no les hará mucha gracia (la aprobación del cabotaje), eso sería sorprendente, llama la atención que se permita cabotaje sin que haya acuerdo recíproco”, refirió en entrevista exclusiva para El Financiero Rafael Echevarne, director general de la ACI LAC, una organización que representa a más de 270 aeropuertos en 34 países, cuyos miembros gestionan el 95 por ciento de tráfico aéreo comercial de Latinoamérica y el Caribe.
El cabotaje, que en México está prohibido, brinda la posibilidad a aerolíneas extranjeras de movilizar pasajeros y carga en rutas nacionales, lo que ha sido cuestionado por expertos como una decisión del gobierno para impulsar las operaciones del Aeropuerto de Santa Lucía que, a un año de su inauguración, no ha logrado alcanzar la meta de movilizar a 2.4 millones de pasajeros, y en su lugar apenas alcanzó los 1.3 millones de viajeros.
El directivo ACI LAC detalló que el cabotaje es una práctica que se da en igualdad de condiciones entre países y líneas aéreas, como sucede en Europa, en donde las aerolíneas de un país, puede operar rutas domésticas en otro aunque operen con una bandera diferente a la del país en donde ocurren esos vuelos.
En ese caso, por ejemplo, si se permite el cabotaje en México para aerolíneas extranjeras, como las de Estados Unidos, el gobierno de ese país también tendría que permitir que las empresas mexicanas operen rutas domésticas en la Unión Americana, una hipótesis muy lejana de cumplirse.
Echevarne dijo que los gobiernos deben consensuar las decisiones en materia aeronáutica con los actores de la industria, es decir, tomar en cuenta a las líneas aéreas y aeropuertos para tomar decisiones que los beneficien, y no solo modificar a través de decretos.
“En cuanto a los decretos, efectivamente como ACI no creemos que es, conceptualmente, necesario el obligar a que las compañías hagan ciertas cosas (…) hay que entender el por qué, (pero) sorprenden los decretos. Siempre es bueno tomar esas decisiones consultando a la industria”, remarcó el director general del Consejo Internacional de Aeropuertos.
El gobierno mexicano ha intentado, a través de decretos presidenciales, alimentar al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles; primero esbozó la posibilidad de reducir las operaciones en el AICM para llevar al AIFA, para luego ordenar la salida de las líneas aéreas cargueras.
Además, la discusión sobre la aprobación del cabotaje se mantiene en el Congreso que, aunque dictó una pausa para el análisis de la iniciativa, se ha mantenido en el paquete de reformas que el gobierno estima necesarias para la recuperación de la categoría 1, pero que, en palabras de expertos, no deben contener la legalización del cabotaje.
Recientemente, la Cámara Nacional de Aerotransportes (Canaero) advirtió que la aprobación del cabotaje, es decir la transportación de personas y mercancía por partes de aerolíneas extranjeras en el interior del país, produciría el debilitamiento financiero de las líneas aéreas nacionales y, como consecuencia de ello, su quiebra al perder mercado frente a la competencia foránea.
“Si las líneas aéreas de México pierden las rutas de alto volumen, desconectarán los destinos menos atractivos, dejando incomunicadas múltiples regiones. El riesgo es su debilitamiento financiero y posterior quiebra”, refirió la Canaero en un comunicado en el que presentó 12 puntos contra la reforma presidencial que busca aprobar el cabotaje que abriría la puerta a las aerolíneas extranjeras para operar vuelos domésticos en el interior del país.
La Cámara dirigida por Diana Olivares destacó que el 80 por ciento de los pasajeros que viajaron en México se concentraron en los aeropuertos de la Ciudad de México, Cancún, Guadalajara, Los Cabos, Monterrey, Puerto Vallarta y Tijuana.
Bajo ese escenario, agregó la organización de la industria aérea, si se permite el cabotaje, las empresas extranjeras buscarán atender dichas rutas, que son las más rentables por el volumen de pasajeros que las usan.