Tras un largo periodo de incertidumbre, finalmente Citigroup anunció de manera oficial que la venta de Banamex se realizará mediante una Oferta Pública Inicial (OPI), dejando fuera a los dos postores finales, Grupo Mifel y Grupo México, al menos por ahora.
Y es que a pesar del anuncio, el panorama sobre la venta del Banco de México dista de esclarecerse. Si bien fuentes internas indicaban que las negociaciones con Germán Larrea, presidente de Grupo México, se acercaban a un acuerdo de venta desde finales del 2022, al final Citi optó por colocar las acciones en el mercado de valores. Ahora se espera que la OPI comience alrededor del 2025, cuando se separen los dos negocios de Citi en México y Banamex empiece a generar su propio plan financiero.
Este largo y atropellado proceso le ha costado caro a Banamex. De acuerdo con la columnista de El Financiero, Jeanette Leyva Reus, “entre el tiempo que ha tardado la operación y con todos los traspiés que ha habido”, la destrucción del valor del banco y la marca puede rondar los 3 mil millones de dólares. A esto se suman los costos de abogados externos por más de 20 millones de dólares que pudieron haberse pagado, cifra que seguirá aumentando en los siguientes años en caso de continuar la venta por OPI, de acuerdo con estimaciones de quienes tienen experiencia procesos similares.
“Lo cierto es que la no venta de Banamex de forma directa (por ahora) es un golpe a todos los equipos que han trabajado en ello; mostró también la soberbia de vendedor y comprador final, ya que aseguran desde hace dos semanas el acuerdo estaba y eran ‘nimiedades’ las que se negociaban”, señaló Leyva en su columna ¿A quién culpar de la venta fallida de Banamex?
Leyva asegura que el proceso ha dejado mucho de qué hablar. “No hay un sólo directivo en el sector financiero que no lo catalogue como un gran fracaso de venta, pues desde el anuncio el panorama no se veía para nada claro”, acusó y recordó que desde el anuncio de Citi en enero del 2022, numerosos bancos como Banorte, Azteca y Santander hicieron públicas sus intenciones de adquirir Banamex pero conforme pasó el tiempo desistieron hasta dejar a Grupo México y Mifel sin competencia.
Según Leyva, algunos de los factores que contribuyeron a esto fueron la degradación de Banamex como activo y sus pérdidas en el mercado por el control que tiene Citi en las operaciones tras el tema de Oceanografía, además de la interferencia del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien puso una larga lista de “requisitos” y “peros” para el comprador.
Finalmente, la columnista señala que la venta directa del banco no queda descartada pero habrá que esperar al próximo sexenio para constatar si los dos finalistas mantienen sus ofertas o surgirá un nuevo interesado.