El presidente Andrés Manuel López Obrador busca crear una aerolínea estatal administrada por el Ejército. Sin embargo, los datos revelan que la rentabilidad en la industria aérea es un desafío, con fluctuaciones en las ganancias y altos costos operativos. Aunque la demanda de viajes muestra perspectivas alentadoras, las aerolíneas enfrentan obstáculos, como la dolarización de sus costos.
Volaris, Aeroméxico y Viva Aerobus, las principales aerolíneas en México, han experimentado turbulencias en sus resultados financieros. Mientras que Aeroméxico reportó pérdidas netas en cinco de los últimos ocho años, Volaris y Viva Aerobus registraron ganancias en períodos intermitentes.
“El sector de aerolíneas se enfrenta a diversos retos, muchos relacionados con el combustible; hay otros factores, como Aeroméxico que tuvo que parar aviones; es un sector con bastantes retos, pero también es un sector bastante atractivo, con crecimientos importantes”, refiere Brian Rodríguez, analista del sector aéreo para Monex Casa de Bolsa.
Agregó que, si bien no hay un plan de la nueva aerolínea del Estado para analizar sus posibles retos y oportunidades, el mercado de la aviación aérea en el país continúa creciendo, por lo que, aunque hay retos propios de la industria, la perspectiva es positiva en cuanto al crecimiento de la demanda de viajes.
El presidente Andrés Manuel López Obrador está en el camino para crear una aerolínea del Estado que será administrada por el Ejército. Incluso, la empresa ya fue creada bajo el nombre Aerolínea del Estado Mexicano y tiene un capital accionario de un millón de pesos: 90 por ciento perteneciente a la Secretaría de la Defensa Nacional y el 10 por ciento restante correspondiente a Banjército.
El objetivo de esta aerolínea no solo es conectar vía aérea las regiones del país, sino producir recursos para el pago de pensiones militares, un rubro al que también se dedicarían las utilidades del Tren Maya, el tren Istmo, de los aeropuertos de Tulum e, incluso, el Felipe Ángeles.
Para ello, la aerolínea tendrá que generar ingresos para cubrir los gastos operativos, pagar salarios de los empleados y generar beneficios para transferirlos a los militares.
De acuerdo con datos de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), las aerolíneas que operan en América Latina, incluido México, tuvieron ganancias de alrededor de 0.4 dólares por pasajero transportado hacia finales del 2019, el año previo a la pandemia.
Entre 2014 y 2019, previo a la pandemia, las aerolíneas de la región tuvieron resultados mixtos en cuanto a sus beneficios netos: mientras que las ganancias más altas se registraron en 2017, con apenas 500 millones de dólares, en tanto que la pérdida neta más abultada, sin considerar la pandemia, ocurrió justo un año antes del impacto del COVID, cuando las aerolíneas latinoamericanas perdieron 800 millones de dólares.
Fernando Gómez, analista independiente del sector aéreo, refirió que las aerolíneas son empresas que necesitan un flujo de capital alto, lo cierto es que tienen márgenes bajos.
Muestra de ello son las cifras de los últimos años, en donde los porcentajes de flujo operativo como proporción de los ingresos rondan el 6.2 por ciento, en el punto más alto, y el 2.7 por ciento en el valor más bajo.
“Las aerolíneas latinoamericanas deberían beneficiarse de grandes mercados domésticos, pero las perspectivas se ven empañadas por el desafío de controlar una variante más infecciosa del virus y un despliegue relativamente lento de la vacunación”, advirtió en 2020 la IATA.
Las aerolíneas, además, tienen un esquema de gastos dolarizado, por lo que las fluctuaciones de la paridad cambiaria suelen generarles pérdidas por depreciación de las monedas locales en donde operan.
Además, el costo del combustible, que representa entre el 30 y 40 por ciento de los insumos fijos de una aerolínea, también tiene una fuerte presión sobre las finanzas de las empresas.
un análisis realizado por El Financiero muestra que los resultados financieros de las tres aerolíneas más grandes del país: Volaris, Aeroméxico y Viva Aerobus, han registrado turbulencias entre el 2014 y el 2021.
Si se toma al conjunto de las tres aerolíneas, la pérdida neta es de 54 mil 729 millones de pesos en dicho periodo. Pero esa cifra está ligada a los problemas financieros de Aeroméxico, la aerolínea que ha reportado pérdidas netas en cinco de los ocho últimos ejercicios.