El presidente Andrés Manuel López Obrador continuará repartiendo el control de infraestructura aeroportuaria y, ahora, prepara un decreto para entregar por completo el control del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), el más importante del país, a la Secretaría de Marina.
A diferencia del Ejército, a quien López Obrador encomendó la construcción de un aeropuerto civil en la base aérea de Santa Lucía, a los marinos se les entregará el puerto aéreo que más pasajeros ve pasar al año, unos 50 millones antes de la pandemia, y la empresa del Estado que más ganancias genera en el ramo de aeropuertos.
La Marina tiene ya el trabajo avanzado para tomar, apenas se liberen las finanzas del AICM, el control absoluto de la administración, operación y seguridad del ‘Benito Juárez’, un aeropuerto funcional y el de mayor flujo de viajeros en toda América Latina.
“Marina tomará sus propias decisiones, tomará proyectos y va a decir ‘quiero un aeropuerto de este modo’. (El AICM) va a ser una base aeronaval, con seguridad de la Marina, con operación de Marinos, que sigan haciendo negocios”, refirió Carlos Velázquez Tiscareño, director del AICM, el vicealmirante de la Armada que dirige el puerto aéreo desde hace un casi año.
En entrevista para El Financiero, Velázquez aseguró que al inicio, el presidente López Obrador le ordenó que pusiera orden sobre la seguridad del puerto aéreo; pero luego, tras darle el mando único en el AICM, se decidió que la Marina se ocupara totalmente de la operación y administración del ‘Benito Juárez’, así como de otros seis aeropuertos que están ‘tomados’ por la corrupción y están ubicados en zonas de control del crimen organizado.
A diferencia del AIFA, refiere Velázquez, en donde el personal que atiende porta uniforme militar, en el AICM asegura que no habrá personal con el atuendo característico de los Marinos, salvo el activo que se encarga de la seguridad del AICM.
“Seguirá siendo un aeropuerto civil”, remarca paradójicamente el vicealmirante.
Velázquez Tiscareño, quien dejó el retiro a petición de su “amigo”, el secretario de Marina, José Rafael Ojeda, explicó que en el mediano plazo, cuando la inseguridad y corrupción esté completamente eliminada del AICM, el plan es que el puerto aéreo vuelva a manos de civiles.
Por ahora, antes del fin de este año, el ‘Benito Juárez’ estará oficialmente en las manos de marinos, que, al igual que la Sedena, comienzan a ampliar su presencia en instalaciones estratégicas de movilidad y que, cada vez más, accede a presupuestos mayores.