Para Viva Aerobus, la Marina puso orden en las operaciones del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), el más importante del país, que antes del final de este año pasará formalmente a ser un activo de los elementos navales a través de un decreto presidencial.
Juan Carlos Zuazua, director general de Viva Aerobus, aseguró que independientemente de quién administre y opere el AICM, se debe privilegiar la eficiencia operativa y la seguridad de los vuelos.
“La Marina ha venido a poner orden al aeropuerto. Era un aeropuerto complicado, nosotros no estamos en contra de quién lo administre; quien lo administre tiene que tener ‘mano dura’ y que se sigan las reglas en eficiencia operativa” dijo el directivo en el marco del Wings of Change Américas, un evento realizado por la Asociación Internacional de Transporte Aéreo en la Ciudad de México.
La Marina comenzó a hacerse cargo de la seguridad de las terminales del Aeropuerto Internacional Benito Juárez’, y poco a poco se fue haciendo del control operacional y administrativo del aeropuerto que de facto ya le pertenece a los marinos, pero que aún espera a ser formalizado.
Para el CEO de Viva Aerobus lo importante es que se continúe invirtiendo en la infraestructura del AICM que fue abandonada debido a que se preveía su cierre con la construcción del aeropuerto en Texcoco, proyecto cancelado en octubre de 2018 como resultado de una consulta promovida por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Canaero opina que Marina mejorará seguridad del AICM
En ese sentido, Diana Olivares, presidenta de la Cámara Nacional de Aerotransportes (Canaero) dijo que están estudiando la orden presidencial por la que el AICM pasará a la Marina, aunque adelantó que una de las ventajas que las aerolíneas ven es que se mejorará la seguridad.
“Hay varias ventajas, pero no tenemos una postura, si hay algún riesgo seguramente lo vamos a decir”, dijo Olivares.
Como adelantó El Financiero, antes del fin de 2023 se publicará un decreto para que la Marina tenga el control formal del AICM; no obstante, para que ello suceda es necesario que la carga financiera inherente a los bonos del Mexcat (un instrumento financiero que colocó 6 mil millones de dólares para la construcción del NAIM) sea retirada de los recursos del aeropuerto de la Ciudad de México.