En medio de altas temperaturas, los industriales se enfrentan a una doble amenaza: el déficit de inversión en el mantenimiento de la infraestructura eléctrica por parte del gobierno y el aumento de hasta 8 por ciento en la demanda energética, advierten analistas del sector.
“Las empresas le temen al recibo porque ante la ola de calor que estamos viviendo en el país, han tomado medidas para la protección de sus trabajadores y de la propia maquinaria. Sus sistemas de enfriamiento están operando al máximo y eso, definitivamente, les traerá un aumento en el consumo eléctrico de entre 5 y 8 por ciento”, señaló Víctor Ramírez, vocero de la Plataforma México, Clima y Energía.
Industriales han detectado incrementos en las tarifas eléctricas durante las horas de mayor demanda, lo que ha generado preocupación entre los empresarios, quienes temen un impacto negativo en sus costos de producción, además de que la falta de inversión en infraestructura de distribución y transmisión eléctrica ha puesto en duda la capacidad del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) para satisfacer la demanda.
“Derivado del incremento en las temperaturas, hay un aumento en la demanda promedio durante las horas pico de un 8 y 10 por ciento respecto al año pasado, esto ha provocado que el SEN se sature y se presenten los apagones, que hasta ahora ya han afectado tanto al sector residencial como al sector industrial”, comentó Ramses Pech, asesor de Energía en Grupo Caraiva y Asociados.
Los reportes indican que el SEN ha operado por debajo del margen de reserva operativo, que debería ser mayor o igual al 6 por ciento, lo que ha llevado a la declaración de alerta por parte del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace).
En Querétaro, donde opera la industria automotriz, agroindustrial y aeroespacial, el consumo de energía durante mayo aumentó hasta en 3 por ciento y la cifra en junio podría duplicarse, de acuerdo con estimaciones de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), quien además señala que 60 por ciento de los 47 parques que hay en la zona metropolitana han registrado por lo menos un apagón por semana desde que comenzaron las altas temperaturas.
Monterrey también ha registrado apagones e incluso el Cenace declaró el pasado 21 de junio un estado de alerta por los bajos márgenes de reserva de energía del SEN.
De acuerdo con la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), en los últimos años sólo se han decretado estados de alerta nacionales en 2012, cuando se ubicó en 4.7 por ciento y en 2018, cuando llegó a 4.2 por ciento.
“La ola de calor está evidenciando todo lo que adolece en los sistemas de distribución, generación y transmisión de electricidad. Acabamos de ver la primera ola de calor, pero no hay que olvidar que en julio se tiene prevista una nueva ola que pondrá de manifiesto otras fallas”, advirtió Ramses Pech.
Piden prepararse por la incapacidad de CFE
Víctor Ramírez, vocero de la Plataforma México, Clima y Energía aseguró que, si se llega a presentar una baja de reserva de energía, la CFE y el Cenace deberán programar apagones para evitar afectaciones.
“El problema con los apagones programados es que los primeros que son desconectados son, en buena medida, los sectores industriales a fin de evitar afectaciones a la población. Es importante que la industria se empiece a preparar ante la incapacidad que está demostrando la CFE”, aseguró.
Rodrigo Zavala, director de Automatización de procesos de Siemens México, aseguró que las industrias deben medir su consumo de electricidad para reducir su consumo.
“Las industrias deben implementar equipos de instrumentación, automatización de procesos y análisis de datos para toma de decisiones porque sólo así podrán reducir su consumo de electricidad y de esta forma evitar apagones”, aseguró.
De continuar con la tendencia de no invertir en infraestructura, los apagones serán una constante ya no sólo en la temporada de calor, sino en cualquier momento del año y en prácticamente todas las regiones.
“Actualmente está en duda la capacidad del Sistema Eléctrico Nacional para asegurar la generación y evitar fallas en el suministro, si continuamos así para lo que resta del año, las decisiones de las empresas que quieren aprovechar la oportunidad del nearshoring se verán afectadas”, sostuvo Ramírez.
Para el vocero de la Plataforma México, Clima y Energía es la falta de inversión en infraestructura de distribución y transmisión lo que ha puesto en duda la capacidad del SEN para satisfacer la demanda.
“Estamos viviendo las consecuencias de la política energética implementada por este gobierno, las cuales frenaron los permisos y el desarrollo de proyectos de generación de privados, que nos está acercando a zonas peligrosas como el aumento de precios en algunos productos”, señaló Ramírez.