La ampliación de plantas, el arranque de nuevas líneas de producción y la posible llegada de fábricas de vehículos eléctricos al país -de armadoras como Tesla, Ford, GM, Audi, CFMoto, Jetour entre otras,- tendrán un impacto favorable en la economía del país, en el marco del nearshoring.
La industria automotriz, en los próximos cinco años, podría aumentar de 3 a 6 por ciento su aportación al PIB nacional, advierten expertos.
Sin embargo, el auge de la producción de vehículos eléctricos en el país para exportación y la posibilidad de utilizar la máxima capacidad de las plantas armadoras, también atraerá coinversiones o desarrollo de un mayor número de autoparteras.
“La industria automotriz representa hoy el 3 por ciento del PIB total y el 20 por ciento del PIB manufacturero, si se llegan a materializar los incrementos de producción, la capacidad automotriz llegaría a contabilizar 6 por ciento (...) el aporte al PIB, serían 30 puntos base, equivalentes a 42 mil millones de dólares”, dijo en entrevista David Camposeco, director de Asset allocation & investment solutions de Principal México.
En el primer semestre, la producción de vehículos ligeros alcanzó 1 millón 892 mil 35 unidades, un incremento anual del 13.9 por ciento respecto al primer semestre del 2022. La industria se encuentra por arriba del promedio de producción anual registrado entre 2013 y 2022 de 1.6 millones de autos armados, por lo cual la recuperación del sector tras la pandemia se hace visible.
“Se espera que la fabricación de algunos autos, por ejemplo el Mach E de Ford, se duplique en los próximos dos años, pero éste no será el único, habrá otros incrementos sustanciales por parte de diversas armadoras. El objetivo que tienen es aumentar la capacidad productiva ya instaladas en el país, lo que representará alzas de hasta doble dígito en dos o tres años”, agregó.
BMW Group es una de ellas. Al igual que Ford, pretende realizar una apuesta fuerte por la electromovilidad y para ello, ampliará su planta en San Luis Potosí, con una inversión de 800 millones de euros, que no sólo le permitirá producir más unidades, sino fabricar sus baterías.
La idea de la alemana es que al menos 90 por ciento de su portafolio de autos esté electrificado.
GM, por su parte, desde 2021, realiza inversiones por mil millones de dólares, con el fin de iniciar, a finales de este, la producción de autos eléctricos en su planta de Ramos Arizpe, Coahuila.
La producción de vehículos para exportación en el primer semestre del año representó el 82.4 por ciento, de acuerdo con cifras de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), mientras que la capacidad instalada de las plantas armadoras se ubicó 87 por ciento, tres puntos porcentuales por encima de los niveles pre pandemia.
Kia no pretende quedarse atrás y ya prepara la introducción de su primer vehículo totalmente eléctrico, a finales de año.
“Nuestras ventas desde principios del año pasado a la fecha han sido las más estables, estamos entre 7 mil y 8 mil unidades a lo largo de todos los meses; gradualmente, iremos analizando la posibilidad de incrementar nuestro volumen; yo creo que vamos a tener una segunda mitad un poco más agresiva que lo que estamos cerrando”, comentó Horacio Chávez, director general de la coreana en México.
Alienta el Nearshoring
Las inversiones por el nearshoring en México han alentado a varios sectores. Sin embargo, el automotor será uno de los más beneficiados con la relocalización de cadenas productivas provenientes de Asia, principalmente desde China, para fabricar desde aquí sus vehículos de exportación.
De acuerdo con la Industria Nacional de Autopartes (INA), sólo en esta industria se estiman oportunidades por hasta 15 mil millones de dólares, en los próximos años.
“México ha sido el gran ganador de esta nueva tendencia, de regionalizar las cadenas globales de valor y eso podría traer hacia adelante mayores inversiones. En 2022, la inversión total (para automotriz), fue de mil 200 millones de dólares, ahorita de enero a marzo apenas van 400 millones de dólares, que no incluyen los potenciales 5 mil a 10 mil millones de dólares que se pueden materializar una vez que empiece a operar la Gigafactory de Tesla, esto incrementará la capacidad productiva”, aseguró Camposeco de Principal México.
Los europeos quieren mercado de autopartes
La industria de autopartes mundial también ya mira a México para aumentar su presencia y cubrir la demanda que las armadoras tendrán en los próximos años. Aprovecharán la relocalización de empresas, aunque de manera distinta a las armadoras. Ellas no podrán plantas, sin embargo, algunas empresas europeas ya han entablado negociaciones con Pymes de autopartes nacionales, para insertarse en las nuevas cadenas con el nearshoring.
“A nosotros nos interesa que la producción en México crezca; uno de los modelos de negocios que están buscando los europeos es el de las coinversiones, es decir, que Pymes mexicanas puedan asociarse con europeas para que puedan surtir a la industria, a través de una cadena de proveeduría. Las pymes europeas, están buscando opciones de coinversión con mexicanas para atender las nuevas demandas”, dijo Armando Cortés, director general de la INA.
Estimaciones de la industria establecen que para el 2030 América del Norte producirá hasta 29 millones de autos eléctricos, de los cuales cerca de 23 millones serán en Estados Unidos y unos 4 millones en México.