Aunque la compra de la marca Mexicana de Aviación y alguno de los activos de la aerolínea sigue en pie, los trabajadores de la empresa buscan un acuerdo con el Gobierno Federal y con los gobiernos locales, como el de Jalisco y el de la Ciudad de México, para que los impuestos sobre la enajenación de bienes no reduzcan aún más los recursos que serán dispersados a los más de ocho mil trabajadores.
En entrevista para El Financiero, Fausto Guerrero, presidente de la Asociación de jubilados, trabajadores y extrabajadores de la aviación mexicana AJTEAM, dijo que están realizando gestiones con las autoridades para evitar que el monto de la compra disminuya significativamente.
“Estamos viendo el tema de los impuestos, vamos a vender algunos bienes, los edificios dependen de la normatividad de los bienes inmuebles imperante en Jalisco, estamos impulsando que si se van a cobrar impuestos para que sean menos raspados. Estamos intentando por todas las vías que sea lo menos gravoso para los trabajadores”, refirió Guerrero.
Aunque la venta de la aerolínea se había pactado en 817 millones de pesos, el monto se adecuó al inicio del año debido a que uno de los simuladores, incluido en el avalúo inicial, es obsoleto. El monto a dispersar es de 815 millones 194 mil 800 pesos, el cual disminuiría por los impuestos a pagar por la enajenación de los bienes.
Este lunes se venció el plazo otorgado por las autoridades para que los acreedores de la aerolínea pudieran enterarse de la compra-venta que sigue en marcha. Aunque se dio el plazo de 10 días hábiles, este se dio para cumplir con la formalidad y no se prevé que dicho proceso involucre un obstáculo legal adicional, pues los acreedores solo podrían beneficiarse de los remanentes después de la dispersión de los recursos a los trabajadores, una situación que no sucederá porque los recursos serán repartidos entre los empleados, exempleados y jubilados de la aerolínea.