El Gobierno de México formalizó este jueves la compra-venta de Mexicana de Aviación por cerca de 816 millones de pesos, con lo que dio un paso más para conformar la aerolínea del Estado, dirigida por militares, que pretende cubrir rutas regionales, con precios hasta 20 por ciento más bajos que los ofertados por las aerolíneas privadas.
La aviación es una industria en la que se requieren grandes inversiones y flujos de capital intensivos, además de personal técnico capacitado para garantizar la seguridad, y en la que los márgenes de ganancias son mínimos, cuando los hay, o en donde se opera generalmente con pérdidas.
Aun con un entorno adverso- precios del combustible altos, además de una oferta fuerte de las empresas aéreas en el país-, el Gobierno pretende ofrecer precios más bajos para competir con las aerolíneas privadas.
El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo este jueves que la aerolínea no tendrá “fines de lucro”. El secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, aseguró que la nueva Mexicana no tendrá boletos de avión subsidiados para lograr esos precios.
¿Por qué los boletos de Mexicana serán más baratos?
El titular de la Sedena aseguró que como la aerolínea se beneficiará de la infraestructura del Estado, es decir, que la aerolínea usará los aeropuertos que son de paraestatales o que tienen participación accionaria del Estado a través de algunas dependencias. Por ejemplo, el AIFA depende de la Sedena, así como el aeropuerto de Tulum; mientras que la Marina tendrá en su poder siete aeropuertos, incluido el AICM.
" La Marina y la Defensa Nacional tendrán bajo su administración varios aeropuertos. Aprovechando esta situación, la aerolínea estará operando en esos puntos, con ello logramos poder reducir los costos, ese es el motivo que establecemos que entre 18 y 20 por ciento (más baratos). Con toda esa estructura, no va a ser un precio subsidiado, se sacó con base en emplear la estructura del Estado mexicano en beneficio de los viajeros nacionales e internacionales”, aseveró Sandoval.
Esto dejaría ver que la aerolínea no pagaría el costo de servicios aeroportuarios que cobra los aeródromos a las líneas aéreas por aterrizar, despegar, tener el acceso a pasillos, posiciones remotas, equipo para despegue y aterrizaje, entre otras tarifas que los aeropuertos obtienen de las aerolíneas; o bien, que la nueva aerolínea tendrá beneficios que las otras empresas no tienen, como descuentos en los rubros antes descritos.
La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés) y la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo (ALTA) han señalado en repetidas ocasiones que la aerolínea del Estado debe competir con las mismas reglas que tienen el resto de las empresas del sector. De lo contrario, el favorecimiento a la empresa del Estado minaría la competencia leal entre los operadores aéreos.
Cabe señalar que las 20 rutas iniciales planteadas por el Gobierno de México son ya cubiertas por las aerolíneas mexicanas en el Valle de México.