Entre enero y agosto de este año la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) emitió 48 alertas sanitarias por medicamentos y material de curación falsificado o con venta ilegal, cifra que es el triple de las 16 emitidas en el mismo periodo del año pasado.
“La mayoría de las falsificaciones se dan específicamente en los productos que las empresas farmacéuticas no consideran de patente o que sean de un alto valor, digamos para ellos”, compartió Roberto Morales, gerente de operaciones de Holomex, un fabricante de hologramas de seguridad para el 60 por ciento de los laboratorios en México.
La plataforma de Alerta Sanitaria de la Cofepris ha emitido alertas para productos como Prostalif, Rituximab y hasta para los de libre venta (OTC, por sus siglas en inglés) como la Aspirina, Vitacilina, Graneodin, que han sido falsificados o vendidos ilegalmente.
El directivo de Holomex, agregó que los falsificadores no son locales pequeños, sino que se trata de plantas enteras que se dedican a imitar lo más posible los medicamentos que ellos consideran de alto consumo y que para ellos es bien sencillo distribuirlos en tianguis y hasta enviar a otros países.
El mercado negro de medicamentos se estima que este 2023 sumará los 32 mil millones de pesos, 78 por ciento por encima de los 18 mil millones de pesos que valía en el 2019, previo a la pandemia del Covid-19, revelan datos de la Unión Nacional de Empresarios de Farmacias (UNEFARM).
“Hasta antes de la pandemia y durante, el mercado irregular ponía atención en medicamentos para atender enfermedades crónico degenerativas; sin embargo, en este 2023 comenzamos a observar mayores casos de falsificación de productos de libre venta como analgésicos, antiinflamatorios, antidiarreicos y antiácidos”, señaló Juvenil Becerra, presidente de la organización.
Durante la pandemia se vivió una ruptura en la cadena de suministro por el cierre de fronteras en India y China, principales países proveedores de farmoquímicos, además que los contenedores marítimos elevaron su costo hasta en 300 por ciento, y que en el sector público cambió el esquema de compra que ocasionó desabasto, factores que favorecieron al mercado negro, que pasó de ser el 8 al 11 por ciento de una industria valuada en 300 mil millones de pesos.
Asimismo, en los últimos 12 meses las pérdidas por robo de fármacos y dispositivos médicos subieron de 450 a 500 millones de pesos, principalmente en las carreteras que conectan a la Ciudad de México con Querétaro y Veracruz.
En mercados sobre ruedas del país y sitios de internet se llegan a encontrar tratamientos de uso común, como para una gastritis, o de especialidad, hasta 60 por ciento más baratos, pero con el riesgo de ser robados, caducos y sin manejo adecuado en cadena de frío, los cuales consumen 8 millones de pacientes y un millón de ellos suelen fallecer, según la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma).
“Comprar en una página o mercado sobre ruedas pone en riesgo su salud, y si bien hay mucha población de bajos recursos, por lo menos el 80 por ciento de los medicamentos tienen una opción genérica, algo que resuelve muchas cosas”, puntualizó Becerra.
En la última década Cofepris suspendió más de 17 mil anuncios ilegales, el 67 por ciento de éstos estaban en internet.
Hologramas, herramienta contra falsificaciones
El año pasado la Cofepris recibió 218 reportes por falsificación y robo de medicamentos, esto fue un incremento anual del 17 por ciento y del 374 por ciento comparado con el 2019.
Entre las estrategias para hacer frente al mercado ilegal están las estampillas de hologramas de seguridad que podemos identificar en algunos medicamentos, las cuales suelen encontrarse tanto en el empaque primario como secundario, muchas veces sellado el producto.
Morales explicó que las estampillas de hologramas de seguridad se recomiendan actualizar cada tres a cuatro años, y actualmente también se ofrecen con códigos QR para mejorar la trazabilidad.
“Los hologramas se pueden falsificar porque si escaneas uno jamás lo verás completo, porque cambian los reflejos de luz que emiten, entonces hasta cierto punto esto detiene a los falsificadores porque no pueden obtener esta tecnología”, explicó Morales.
Agregó que una vez que algún empaque de medicamento es abierto, los hologramas dejan rastro de evidencia, para que los falsificadores no traten de comprar producto original o robarlo y reempaquetar.
El precio por etiqueta de holograma ronda los 20 a 25 centavos, y en lo general las farmacéuticas suelen ordenar de 3 a 5 millones de cajas, lo que da un valor por lote estimado en un millón 125 mil pesos.
Holomex es una empresa mexicana que además de atender al mercado local, tiene clientes en Chile, Argentina, Holanda, Mozambique, India, Croacia, entre otros; y destaca por formar parte de un universo de 32 firmas a nivel mundial que son vigiladas por una asociación de hológrafos globales, desde donde les certifican, evalúan y deben dar registro de todos los clientes y el tipo de holograma que suministran, con el objetivo de evitar falsificaciones en otros países.