Los precios de las rentas de vivienda en grandes ciudades del país como la Ciudad de México se han elevado por encima de la inflación debido a varios efectos en el mercado, como es la falta de construcción de obra nuevas por parte de las inmobiliarias, una mayor demanda a causa del home office y de las plataformas de arrendamiento como Airbnb.
De acuerdo con algunos expertos, la combinación de estos efectos ha beneficiado a muchos propietarios no sólo en la capital, también en otras ciudades como Monterrey, Guadalajara, Querétaro, Cancún o Cuernavaca, y al mismo tiempo ha elevado los niveles de ocupación e impactado los bolsillos de los inquilinos que no pueden comprar una vivienda y prefieren rentar.
“Es un mercado inmobiliario en el cual hay mucha tensión sobre la oferta de vivienda en renta y eso tiene algunas implicaciones, a nivel del precio claramente como hay más demanda que oferta los precios vienen subiendo por arriba de la inflación, por ejemplo, si tomas la Ciudad de México vienen creciendo los montos de renta en un 8 o 10 por ciento año contra año”, dijo en entrevista Ludovic Prades, COO de Homie.
El directivo señaló que el trabajo remoto y la poca oferta de vivienda nueva que se genera en ciudades como la capital, han impulsado esta alza de las rentas, mientras que la actividad turística alienta también a las rentas de corta y larga estancias en plataformas como Airbnb.
De acuerdo con un análisis comparativo realizado por el sitio de clasificados Inmuebles24, no sólo la capital ha experimentado este fenómeno. La migración por el home office, el descanso y el turismo, le han sacado brillo a ciudades de todo el país.
Por ejemplo, la ciudad de Monterrey que se ha convertido en un hub industrial y tecnológico por el nearshoring, ha aumentado en un año los precios de sus rentas 25 por ciento, cuando en promedio en mayo los arrendamientos tenían un precio promedio mensual de hasta 19 mil 589 pesos y en el mismo mes del año pasado era de 15 mil 668 pesos.
Por su parte, en Quintana Roo, una de las entidades con varios sitios de interés turístico más demandadas, tiene rentas mensuales en promedio de 16 mil 260 pesos, un 21.5 por ciento más que el año pasado cuando los inquilinos llegaban a pagar hasta 13 mil 382 pesos en promedio de renta mensual.
“En la Ciudad de México estamos viendo un incremento muy fuerte de las rentas a largo plazo, por ejemplo, en la Condesa están incrementando el 30 por ciento, año contra año y eso se debe a que los propietarios quitan del mercado sus vivienda, ponen Airbnb, por lo cual se achica el mercado y la demanda no para de construcción, y tampoco de construcción”, comentó Prades.
Por otro lado, señaló que el efecto del nearshoring en ciudades industriales será una tendencia que creará un boom de demanda de alojamiento y rentas que impactarán al alza también los precios, sin embargo uno de los principales retos, destaca, es acelerar el desarrollo de más oferta.
“Hay que encontrar una forma de acelerar la construcción porque si no se cubre ese déficit que hay de vivienda en renta, cada año va a estar más complicado en términos de inflación sobre los precios de renta y no le sirve a México, esa es la realidad”, puntualizó.
Irá en aumento
El negocio de la vivienda en renta irá en aumento en la medida en que las grandes ciudades del país experimentan un crecimiento en la inversión con la instalación de nuevas plantas de trabajo, se acelera el turismo y se expande el servicio a colonias no tan populares pero asequibles para la gente que busca una vivienda.
Alejandro Kuri Pheres, director del Instituto de Administración de Inmuebles (IAI) señaló que, de acuerdo con estimaciones del mercado, se espera que el mercado de rentas tenga al menos otros cinco años más de boom o desarrollo.
“Con este nuevo boom calculan que hay un millón 200 mil viviendas en renta en la Ciudad de México, estamos pensando que una renta promedio en la CDMX debe de andar entre los 6 mil a 7 mil pesos mensuales en promedio, estás hablando de 7 mil millones de pesos (valor de mercado) del negocio de las rentas, mensuales”, agregó.
Además, aseguró que, a pesar de la popularidad de la plataforma de Airbnb para la renta de estancias cortas en México, no representan ni el 4 por ciento del mercado en todo el país.
“Si lo comparas con el parque turístico, la inversión formal, no sobrepasa el 3 o 4 por ciento”, señaló.
Extranjeros encarecen los inmuebles del país
Por otro lado, la migración de nómadas digitales sigue vigente en el país, principalmente desde Estados Unidos, lo que ha despertado un interés en los extranjeros de adquirir viviendas para descanso, vivir por algunas estancias, incluso comprar y ponerlas en renta. Esta situación ha ocasionado un encarecimiento de las rentas en particular que se ha mantenido vigente.
“Es innegable que la llegada de más extranjeros al país ha encarecido el precio de la vivienda en venta y renta, aunque no es un factor exclusivo. La renta se ubicó con un aumento promedio de 8 al 10 por ciento, pero en zonas con mayor demanda y popularidad ha llegado hasta el 40 por ciento de incremento”, señaló recientemente a El Financiero Karim Goudiaby, CEO de la plataforma digital inmobiliaria Neximo.