El reto que tienen ahora autoridades y administración del Tren Maya es generar atractivos turísticos que beneficien a las comunidades alrededor, advirtió Óscar Rueda, director de la división de turismo del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF).
En entrevista para El Financiero, indicó que el gobierno ha avanzado en la construcción de la megaobra de mil 525 kilómetros, sin embargo, ahora tiene que articular los atractivos alrededor de las 20 estaciones para que, en sí misma, las paradas sean un atractivo. Aunque algunas tienen un potencial demostrado para atraer viajeros, otras deberán invitar a los turistas a quedarse.
“Se debe estar consciente para que el pasajero que llegue a la estación esté invitado a quedarse, a hacer una derrama turística, a beneficiar a la comunidad; allí es en donde tenemos interés de participar”, refiere Rueda.
El proyecto ferroviario que cruzará el sur-sureste del país tiene, además, tantos beneficios como posibles riesgos, agrega el directivo de CAF, quien detalla que el tren deberá generar equidad y bienestar de las poblaciones de los cinco estados por donde correrá el ferrocarril desde diciembre.
El gobierno y CAF trabajan en un acuerdo de fortalecimiento a las Micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes), particularmente las que están en la región, las cuales tienen índices altos de informalidad.
El convenio de colaboración se concretaría durante este mes, aunque CAF ya ha identificado a Tabasco, por su componente agrícola ligado al cultivo de cacao. Este será uno de los primeros proyectos para formalizar empresas pequeñas, para luego ofrecerles financiamiento e integrarlas a una cadena de valor que les permita subsistir, generar riqueza y preservar el patrimonio.
CAF es un banco de desarrollo que opera en 20 países, 17 de América Latina y el Caribe, España y Portugal, y 13 bancos privados de la región, cuyo objetivo es promover un modelo de desarrollo sostenible y la integración regional.