La huelga de trabajadores que tiene paralizada la producción de automóviles y suministro de autopartes en Estados Unidos de las armadoras Ford Motor, General Motors y Stellantis, mantiene en alerta a la industria automotriz en México quienes prevén que de alargarse este problema, el país podría enfrentarse a interrupciones en la cadena de suministro, paros técnicos y problemas logísticos.
El pasado viernes se cumplió la primera semana tras estallar la huelga del sindicato de trabajadores United Auto Workers (UAW) de Estados Unidos en contra de ‘los tres grandes de Detroit’ y la organización ya informó que extenderá la protesta en 38 localidades de 20 estados de la Unión Americana, principalmente centros de distribución y autopartes ligadas a General Motors y Stellantis, la matriz de Chrysler, mientras que Ford ha logrado impedir más afectaciones por negociaciones con los líderes sindicales.
José Zozaya, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) dijo a El Financiero que, hasta el momento, en el país ‘no se ha dado algún brote’ o incidencia laboral en las plantas de las tres marcas en México, sin embargo no descartó que eso afecte.
“Sí veríamos con preocupación que se extendiera más, hay muchas otras plantas que pudieran verse afectadas, no sólo de las marcas de las que estamos hablando, sino de los fabricantes de autopartes que hay en México; preocupa que afecte a las mismas (empresas) en México también, por la gran integración que existe”, dijo en entrevista.
Agregó que México exporta más del 80 por ciento de los más de 3 millones de vehículos que fabrica, lo que lo vuelve uno de sus socios comerciales más importantes.
“Si tienes un problema en algún lado y tuvieras que moverse a otro lado, la saturación de puertos y carreteras y aduanas, pudiera ser aún mayor de la que hemos experimentado, tendríamos que estar preparados para ver cómo agilizamos los cruces fronterizos y no dejamos que esto interfiera”, enfatizó.
Empresas se preparan
Por su parte, tanto empresas como líderes sindicales de la industria automotriz ya se alistan en caso de que este problema tenga una escalada y ocasione problemas en la cadena de suministro o paros técnicos como los que vivieron varias armadoras durante la pandemia por la falta de autopartes y semiconductores.
Juan Francisco Torres Landa, socio de la firma de abogados Hogan Lovells y experto en el sector automotriz, declaró en entrevista que los efectos del conflicto laboral en Estados Unidos hacia México podrían derivar en un ‘efecto dominó para las empresas de autopartes y las armadoras, ya que esto podría derivar en problemas operativos y financieros para las empresas mexicanas.
“Sí va a generar algunos problemas, si esto no dura demasiado tiempo quizá no sea necesario hacer recortes o reajustes, pero si esto llega a durar más tiempo, pues a la mejor tiene que haber o recortar jornadas o pensar en espaciar turnos. Nosotros les estamos apoyando a algunas compañías para ubicar cuáles son las figuras laborales, la interpretación contractual de casos de fuerza mayor, la forma de trabajar con las armadoras”, dijo.
Armando Cortés, director general de la Industria Nacional de Autopartes (INA) aclaró que hasta el momento no se han visto los efectos de este problema, aunque estiman que en esta primera semana se dejaron de producir hasta 75 millones de dólares en la industria de autopartes.
De acuerdo con la INA, entre GM, Stellantis y Ford representan solo el 40 por ciento del mercado en EU, mientras que el 60 por ciento está atendido por marcas y empresas asiáticas y europeas, esto hace que la industria de autopartes en México está muy diversificada al momento de vender componentes en la Unión Americana.
“Lo que hemos estado viendo es cómo usar esta posible reducción de la jornada laboral para temas de capacitación y entrenamiento en temas de electromovilidad, una de las cosas que está pasando en la industria de autopartes es una transición de la manufactura de componentes de combustión interna a la electromovilidad, hemos estado trabajando para brindar capacitación y entrenamiento”, dijo.
Impactará a logística
La extensión de la huelga automotriz en Estados Unidos impactará también la logística y cadena de suministro regional. De acuerdo con representantes de la industria, esto complicaría la saturación existente en puertos y aduanas del país.
“Sí va a afectar, si se paran las plantas los productores de piezas en México no tienen a dónde mandarlas, nos va a pegar en temas de logística otra vez, se va a atorar ahí los flujos, las producciones aquí van a sufrir deterioros también, a nosotros como Mitsubishi Motors no nos afecta, seguramente en temas de logística sí”, dijo Ah-kin Vázquez, presidente y CEO de Mitsubishi México.
El golpe a las plantas de Ford, GM y Stellantis, así como sus proveedores ha sido estratégico en la presión sindical para lograr acuerdos para los trabajadores y el impacto dependerá de acuerdo a si se logran negociaciones con las marcas.
“La huelga viene en un momento de transición de la industria. La transición hacia la producción de autos eléctricos ya implica ciertos costos. El aumento en los costos laborales podría motivar a las firmas de Detroit a replantearse una relocalización en el mediano plazo”, concluyó Alejandro Arellano Best Castro, analista internacional de Vector.