En agosto del 2010, Mexicana de Aviación tuvo que cesar sus operaciones ante múltiples complicaciones financieras y, 13 años después, retoma operaciones, aunque bajo el mando de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y solo utilizando el nombre de la que fue la aerolínea más importante de América Latina.
Este martes, la Aerolínea del Estado Mexicano realiza su vuelo inaugural desde el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y el aeropuerto de Tulum, ambos controlados por el ejército, que ha acaparado el mando en múltiples instalaciones aeroportuarias y que tiene, también, una línea aérea en su control.
El gobierno federal fracasó en su intentó de comenzar con una decena de aeronaves Boeing 737-800, y tuvo que recurrir a la Sedena para que le fueran otorgadas tres aeronaves de la flota militar para comenzar operaciones. Además, los primeros vuelos de Mexicana serán operados por TAR, otra empresa aérea basada en Querétaro que rentará tripulaciones y aeronaves a la paraestatal.
Como ha revelado El Financiero, la aerolínea deberá ser subsidiada hasta 2028 y, para 2029, el ejército pretende obtener ganancias de la operación de la línea aérea, siempre que los costos de operación no superen lo previsto en el análisis financiero entregado a la Secretaría de Hacienda, que ha aceptado cubrir poco más de 2 mil 300 millones de pesos en pérdidas que tendrá Mexicana antes de alcanzar su punto de equilibrio.
La aerolínea comenzará a operar sus rutas con dos aeronaves con capacidad para 51 pasajeros de TAR y tres más con 180 asientos, estas últimas cedidas por la Sedena para cumplir con el plazo presidencial.
Para el primer año de operación, la aerolínea controlada por el ejército requerirá recursos por 7 mil 9 millones 68 mil 258 pesos con 60 centavos, esto como rubro de costos de operación totales.
Los costos están relacionados con el número de operaciones que Mexicana tiene proyectadas realizar cuando tenga una decena de aeronaves en su flota. Para ello, la Sedena consideró que la aerolínea realizará un total de 378 operaciones por semana a veinte destinos, es decir, alrededor de 19 mil 764 vuelos anuales.
Los cálculos de la Sedena establecen que, del total de recursos necesarios para cubrir los costos operativos, el 39.2 por ciento será para el pago de combustible y el 31.04 por ciento para el costo renta de las aeronaves; el resto de los recursos serían destinados para cubrir las nóminas y otros gastos inherentes a la operación aérea.
Mientras que Mexicana alcanza el punto de equilibrio, que está previsto para hacerlo en 2029, es decir, tras un lustro de operación, el erario cargará con los déficits financieros de la empresa, que en su primer año de funcionamiento necesitará 829 millones de pesos para cubrir sus pérdidas operativas.