El otorgamiento del control de empresas en el ramo aéreo y aeroportuario al Ejército ha encumbrado una figura, la del subsecretario de la Defensa Nacional (Sedena) que ahora es presidente del Consejo de Administración del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), la Aerolínea del Estado Mexicano, además de los puertos aéreos de Palenque y Tulum, todos ellos bajo el conglomerado del Grupo Aeroportuario Olmeca-Maya-Mexica.
Solicitudes de información realizadas por El Financiero muestran que la figura del subsecretario de la Defensa es considerada como el presidente del Consejo de Administración de la nueva Mexicana de Aviación.
De esta forma, el general de División Diplomado de Estado Mayor, Gabriel García Rincón, es el encargado de supervisar que las paraestatales aéreas logren los objetivos trazados por el gobierno.
García Rincón sustituyó a Agustín Radilla, que dejó el cargo de subsecretario por jubilación en septiembre de este año.
El subsecretario de la Defensa tiene, en la estructura de Mexicana, una de las empresas del ejército, un equipo de 8 integrantes bajo el cargo de consejeros propietarios: un representante de la Fuerza Aérea, un integrante de la región aérea del centro, un elemento de la dirección general de administración de la Sedena, así como un representante de la dirección de transportes y de asuntos jurídicos del ejército, Banjército también tendrá una silla en el consejo de administración de la aerolínea.
Solo dos funcionarios provienen de instituciones no castrenses: un representante de la Secretaría de Hacienda y uno más de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes.
¿Quién era el dueño de Mexicana de Aviación?
Gastón Azcárraga fue el último dueño de Mexicana antes de que ésta dejara de volar en agosto del 2010. Tras la suspensión de operaciones, el entonces director general de la aerolínea fue acusado de malos manejos financieros que desembocaron en la quiebra de la empresa aérea, entonces la más importante de América Latina.
Azcárraga era y es, además, propietario de Grupo Posadas, la empresa hotelera mexicana con mayor presencia en el país.
Aunque posteriormente a la quiebra de Mexicana, Azcárraga se exilió en Estados Unidos buscando evitar su procesamiento judicial, y con órdenes de aprehensión en su contra; no obstante, el último día de gobierno de Enrique Peña Nieto dichos procesos judiciales se desvanecieron y fueron retiradas las órdenes de búsqueda y captura.
Desde entonces, los trabajadores de Mexicana han intentado que se reactiven las órdenes de aprehensión contra Azcárraga sin lograrlo.