En un mundo en lucha contra el cambio climático, México afronta un doble desafío: no dejar a nadie sin acceso a la electricidad y proteger al planeta mediante el uso creciente de energías limpias, complicando así su compromiso de que, hacia finales de 2024, 35 por ciento de la energía que se genere provenga de energías limpias, advierten expertos en el sector.
“La creciente demanda energética en México, impulsada por la expansión de la inversión extranjera que ha traído el nearshoring, obligará a las autoridades a satisfacer la demanda adicional, al tiempo que deberá reducir el impacto ambiental que genera la producción de electricidad”, advirtió Ana Muradás, directora Comercial de la empresa de baterías de litio Quartux.
Explicó que hoy en día, sólo 30 por ciento del total de energía eléctrica que produce la Comisión Federal de Electricidad (CFE) proviene de fuentes limpias y para el cierre de 2024, posiblemente se llegará a un 32 por ciento, incumpliendo así los objetivos establecidos en el Acuerdo de París que se firmó durante la Conferencia de las Partes (COP21) en 2015.
“México no cumplirá con la meta de alcanzar el 35 por ciento de generación eléctrica mediante fuentes limpias al cierre del 2024, probablemente se quedará en un 30 o 32 por ciento, no sólo por la falta de inversión en el sector público, sino también por los obstáculos que han existido en esta Administración para las empresas privadas”, destacó la ejecutiva de Quartux.
En 2017, del total de la canasta de generación eléctrica en México, 19.3 por ciento provenían de fuentes que no generan emisiones de dióxido de carbono, en 2018, subió hasta 21 por ciento y para 2019, un año después de que Andrés Manuel López Obrador llegara a la Presidencia, se redujo a 20.03 por ciento.
Fue hasta 2020, derivado del arranque de los proyectos adjudicados en las subastas de adquisición de energía que iniciaron en el sexenio de Enrique Peña Nieto, cuando la generación de energías limpias se disparó 24.2 por ciento y en 2021 a 27.2 por ciento, registrando así los crecimientos más importantes que el país tuvo en este rubro.
Hacia 2022 la participación de las energías limpias se redujo a menos del 27 por ciento y para el tercer trimestre de 2023, la cantidad de energía proveniente de fuentes limpias llegó al 30.1 por ciento, cifra que no se podrá superar, según Muradás.
“México tiene un enorme potencial de generar energía limpia por su ubicación, podríamos generar energía solar, eólica, térmica o hidroeléctrica y llegar hasta 37 por ciento al final de 2024, el problema es que no tenemos condiciones para que el sector público y privado se apoyen entre sí para incluso superar la meta”, añadió Ana Muradás.
Imposible llegar al 43% en 2030
Mientras no cambien las condiciones actuales que existen en el país en materia de generación de energía eléctrica, México no sólo incumplirá con sus metas hacia finales de 2024, además incumplirá sus metas hacia 2030.
“Para 2030, 43 por ciento de la energía que se produzca en México debe venir de fuentes limpias, pero ahora las proyecciones más optimistas indican que la meta de 2024 la cumpliremos hacia finales de 2026, lo que hará prácticamente imposible que en cuatro años incrementemos 13 por ciento la generación de energía limpia”, advirtió la experta.
Además, señaló que el objetivo de México no es sólo generar energía limpia, sino también brindar el servicio eléctrico al millón 15 mil mexicanos que no tiene acceso a este servicio.
“México tiene muchos retos en materia de energía, primero es ofrecer el servicio a quienes hoy no tiene acceso, pero también, y esto es muy importante, necesita invertir en infraestructura, ya que uno de los grandes problemas que tenemos está en las líneas de transmisión, que no son suficientes para abastecer la demanda actual”, agregó la directora Comercial Quartux.
En este sentido, explicó que muchas industrias se han visto obligadas a invertir en baterías de litio de carácter industrial para comprar energía cuando esta es más barata en las subastas, al tiempo que la almacenan para consumirla cuando la energía es más cara e incluso en caso de apagones, los cuales, dijo, podremos esperar en este verano, cuando se prevé será uno de los más calurosos de la historia.