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Tren Maya y aeropuerto de Tulum harán crecer 447% la población local

Detonarán la expansión de la mancha urbana en una zona que es 86% selvática

El escenario estratégico prevé que la población de Tulum y Felipe Carrillo Puerto tenga un incremento de 220 mil personas hacia el 2050, lo que significa que los habitantes de ambos municipios crecerá 168 por ciento. [Fotografía. Cuartoscuro]

En el escenario ideal del gobierno, la construcción del Tren Maya, el Aeropuerto Internacional Felipe Carrillo Puerto y el parque del Jaguar en Tulum producirán un crecimiento del 447 por ciento en el número de habitantes de los municipios de Tulum y Felipe Carrillo Puerto, en Quintana Roo, de acuerdo con el Programa Territorial Operativo de la Zona Sur de la Riviera Maya, según un análisis elaborado por la Secretaría de Desarrollo Agrario, Urbano y Territorial (Sedatu).

El crecimiento poblacional y la afluencia turística demandarán 116 por ciento más de agua potable por año, lo cual impactará sobre los acuíferos conformados por cenotes y ríos subterráneos de la zona.

El escenario ideal estima que, para 2050, se necesitarán 41.6 hectómetros de agua para abastecer la demanda de ambos municipios; además de la producción de aguas residuales de 20.8 hectómetros.

Para esa misma fecha, la producción de basura y residuos sólidos urbanos será de 748 toneladas diarias.


“Adicionalmente en el escenario ideal, se considera que todas las nuevas construcciones se apegaran a criterios de sustentabilidad que promuevan el ahorro, saneamiento y reutilización de las aguas residuales, por lo que la dotación de agua potable al día podrá llegar a 159 litros/ habitantes/día”, lo que representa 50 por ciento más que lo fijado por la ONU para el cumplimiento de las necesidades básicas.

Para la gobernadora de Quintana Roo, Mara Lezama, es necesario continuar con el ordenamiento del crecimiento territorial y poner énfasis en el cuidado del ambiente.

“Viene ordenamiento, no podemos hablar de crecimiento sino es sustentable, sin cuidado al medioambiente, la gente viene a Quintana Roo pero principalmente por las bellezas naturales, es ordenamiento”, dijo la gobernadora a El Financiero a propósito del crecimiento esperado para la entidad.

El reporte de la Sedatu considera tres escenarios con diferentes pronósticos derivados de la capacidad gubernamental y financiera para administrar el impacto de los tres proyectos.


Las proyecciones de esa visión estiman que entre el 2024 y 2050, la población en ambos municipios pasará de los 130 mil reportados en el censo de 2020 hasta los 716 mil 161 habitantes. Con ello, ambas cabeceras municipales tendrían una concentración poblacional similar a la de Playa del Carmen, es decir, se triplicaría la densidad.

“Las cabeceras municipales alcanzarán una densidad similar a la registrada en Playa del Carmen, llegando a 116 viviendas/hectárea, mientras que las zonas destinadas al alojamiento turístico y vivienda de baja densidad no podrán ser menores a 16 viviendas/hectárea, correspondiendo con las densidades registradas actualmente en Tulum”, detalla el documento.

El escenario ideal, señala el gobierno, es una visión optimista del desarrollo, en el que “hay transformaciones significativas que permiten sobreponerse a los distintos problemas de la zona y tener acuerdos entre autoridades y actores sociales para la realización de este escenario”.

El pronóstico estima que los proyectos tengan una afluencia mayor a la estimada y se consoliden en menos de una década.

No obstante, Elías Sienenborn, ambientalista que ha documentado contaminación de cenotes en el tramo 5 sur del Tren Maya, advierte que los daños se están dando ya.

El ambientalista asegura que la especulación inmobiliaria se ha disparado tras la construcción del Tren Maya, esto sin que se advierta un plan de ordenamiento y, en cambio, se han comenzado a dar despojos a los terrenos de personas locales.

“Este gobierno es cínico, porque no ha detenido el tren y sigue contaminando. Nadie ha venido a ver el deterioro y contaminación”, subraya Sienenborn.

El crecimiento poblacional en el escenario ideal generará la expansión de la mancha urbana en un territorio en donde el 86 por ciento es selva, 7.2 por ciento tular o vegetación acuática y 6 por ciento manglar; además producirá la demanda de más agua potable y el incremento sustancial de los residuos sólidos.

Otros escenarios

Dentro de las proyecciones, el gobierno estimó otros dos escenarios: el tendencial y el estratégico. El primero proyecta que las obras de infraestructura en el sur del país tarden más tiempo en consolidarse y no alteren el crecimiento poblacional anual registrado en las últimas dos décadas.

Bajo el escenario tendencial, la población se duplicaría en los siguientes 25 años.

“Para el año 2050 serán necesarias 13 mil 310 hectáreas adicionales de superficie para usos urbanos. De continuar la tendencia de crecimiento expansivo, se detonarán diversos problemas urbanos, tales como largas distancias de traslado para la población, dificultad para la dotación de servicios básicos y el acceso a equipamientos y espacios públicos de calidad”, indica el estudio de la Sedatu.

Además, la Conagua ha adoptado el criterio de aceptar como aportación de aguas negras del 75 por ciento al 80 por ciento de la dotación de agua potable, dado que el 20 por ciento restante se pierde antes de llegar a los conductos. Por ello, el escenario tendencial estima que para el 2050 se desechará 69.5 hectómetros anuales de aguas residuales en la red sanitaria.

El escenario estratégico prevé que la población tenga un incremento de 220 mil personas hacia el 2050, lo que significa que los habitantes de ambos municipios crecerá 168 por ciento.

Para el 2050, el escenario estratégico, que toma en cuenta un periodo de consolidación de los proyectos turísticos de solo un lustro, estima que se requerirán 50 mil 847 viviendas particulares adicionales, para llegar a 100 mil 191 viviendas particulares.

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