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Sheinbaum busca hacer de Pemex una empresa ecológica, pero ¿es viable su plan? Esto dicen expertos

Sheinbaum prevé que Pemex pueda refinanciar sus bonos antes de los próximos vencimientos en 2025.

La candidata del oficialismo a la presidencia, Claudia Sheinbaum apuesta por llevar a Pemex a la era del hidrógeno verde y a otros negocios de nueva generación.
Sheinbaum dijo que las inversiones del sector público en Pemex tomarían tiempo en “dar frutos”. (Foto: Especial)

La candidata oficialista a la presidencia de México quiere revitalizar la empresa petrolera estatal del país con un nuevo enfoque en energía limpia. Pero Claudia Sheinbaum sabe que antes, tiene que solucionar el problema de la deuda de 106 mil millones de dólares de Petróleos Mexicanos (Pemex).

“Hay que trabajar en dos esquemas: por un lado, el refinanciamiento de la deuda”, dijo la candidata el viernes en una entrevista con Bloomberg news en el marco de la Convención Bancaria anual de México en Acapulco. “Al mismo tiempo, la entrada de Pemex a otras fuentes de energía u otros esquemas de generación eléctrica”.

Pemex y la transición energética: ¿Un reto para sus finanzas?

Presionar a Pemex para que adopte tecnologías nuevas y más limpias sería un cambio sustancial de su enfoque tradicional en petróleo y gas bajo la presidencia de Andrés Manuel López Obrador. Los tenedores de bonos advierten que es poco probable que la propuesta tenga éxito, a menos que la compañía y el Gobierno aborden los problemas financieros de la petrolera, reduzcan su deuda e impulsen la debilitada producción.

Pemex no tiene capital para proyectos de energía verde”, dijo Adriana Eraso, analista corporativa de Fitch Ratings en Nueva York. “Solo en casos muy raros las energías renovables son lo suficientemente rentables como para compensar los ingresos generados por los combustibles fósiles”.


Sheinbaum dijo el viernes que esperaba que Pemex refinanciara sus bonos antes de los próximos vencimientos en 2025, un plan que podría liberar efectivo para que la empresa desempeñe un papel en la transición energética de México.

Limpiar la imagen de Pemex —la compañía más endeudada de los mercados emergentes y la que posee la mayor deuda entre las petroleras del mundo— tiene potencial resonancia global a medida que los bancos y inversionistas miran cada vez más a las empresas comprometidas con las métricas ambientales, sociales y de gobernanza (ASG).

Una nueva dirección para la atribulada empresa también podría transformar a México, que recientemente superó a China como el mayor socio comercial de Estados Unidos en medio de un potencial auge del nearshoring.

Una de las realidades que enfrenta Sheinbaum es que las grandes petroleras del mundo están reconsiderando sus ambiciones ecológicas, a medida que disminuyen los rendimientos de las inversiones en energías renovables. Empresas como Shell Plc y BP Plc, recortaron recientemente sus objetivos de reducción de emisiones, citando “incertidumbre en el ritmo del cambio en la transición energética”.


Sin embargo, a diferencia de otras grandes petroleras, Pemex no dispone de mucho margen financiero para emprender un cambio hacia un futuro más verde. La empresa se enfrenta a miles de millones en pagos atrasados a proveedores de servicios y su infraestructura se está desmoronando después de años de inversión insuficiente, lo que en los últimos años ha provocado una serie de accidentes, derrames de petróleo y fugas de metano.

¿Cuál es el plan de Claudia Sheinbaum para Petróleos Mexicanos?

Sheinbaum, ingeniera ambiental y exjefa de Gobierno de Ciudad México, que parece estar lista para reemplazar a López Obrador, esbozó por primera vez su estrategia energética el mes pasado, en un feriado nacional que conmemora la expropiación de activos petroleros extranjeros en 1938.

Su plan limitaría la producción de crudo de Pemex en los próximos años a alrededor de 1,8 millones de barriles por día (un aumento con respecto a los 1,5 millones de barriles actuales) mientras el Gobierno se centra en impulsar el crecimiento de la energía verde. Lo haría ampliando el alcance de Pemex para incluir tecnologías como la extracción de litio y la infraestructura para vehículos eléctricos, y facultaría a la compañía eléctrica estatal, Comisión Federal de Electricidad (CFE), para invertir en recursos renovables y reforzar las redes de transmisión eléctrica.

Sheinbaum gastaría cerca de 13 mil 600 millones de dólares en nuevos proyectos para impulsar el uso de energías renovables en México sin dejar de añadir centrales eléctricas que usan combustibles fósiles. También aumentaría la generación de energía eólica y solar, modernizaría las centrales hidroeléctricas y añadiría unos 3.850 kilómetros de líneas de transmisión.

Su proyecto también refleja un plan de sostenibilidad publicado recientemente por Pemex para atraer inversionistas ASG mediante la reducción de sus emisiones de gases de efecto invernadero.

Hay quien critica el objetivo de Sheinbaum de mantener a las entidades estatales con dificultades financieras en el centro del sector energético de México, dejando de lado a las empresas privadas. Es una estrategia en la que AMLO, como se conoce al actual presidente, se basó para promover la “soberanía energética”. Desde el inicio de su sexenio, en 2018, el actual mandatario ha revertido las reformas promercado de su predecesor e invertido miles de millones en aumentar la capacidad interna de refinación de combustible de México.

“Las recientes declaraciones de Sheinbaum se han desviado de las promesas que hizo respecto de un enfoque más favorable al sector privado en el período previo a la campaña”, dijo Alejandro Schtulman, director de investigación de la consultora política EMPRA, con sede en Ciudad de México.

Sheinbaum dijo el viernes que se deberán establecer reglas claras para la inversión del sector privado en el sector energético de México, y que las inversiones del sector público en Pemex tomarían tiempo en “dar frutos”. Un portavoz Pemex no respondió a una solicitud de comentarios.

El panorama que le espera a Sheinbaum

La producción de petróleo y gas de Pemex también se ha reducido a menos de la mitad de lo que era hace dos décadas. Recortar de forma drástica la deuda es factor clave para mejorar las finanzas de la empresa, ya que el dinero que podría gastarse en reparar los equipos obsoletos se utiliza en cambio para cubrir facturas impagas y pagos de intereses.

La empresa ha dependido últimamente de exenciones fiscales e inyecciones de efectivo del Gobierno para frenar la hemorragia financiera. AMLO ha prodigado su apoyo a Pemex, concediéndole hasta 1,37 billones de pesos a lo largo de su Gobierno, lo que no ha revertido el declive de la empresa.

Si bien los inversionistas esperan que el apoyo continúe bajo el Gobierno de Sheinbaum, ella ha dicho poco sobre lo que haría para abordar los problemas financieros de Pemex en el largo plazo.

También se enfrentará a finanzas públicas tensas. México enfrenta su mayor déficit presupuestario desde la década de 1980, a medida que AMLO eleva el gasto al final de su mandato presidencial, según Oscar Ocampo, analista de energía de IMCO, una organización sin fines de lucro que se centra en la competitividad.

“AMLO tuvo una situación mucho más positiva, respecto a las finanzas públicas, de las que heredará Sheinbaum”, dijo Ocampo.

Sin duda, Sheinbaum sigue en campaña. Las encuestas la sitúan más de 20 puntos porcentuales por encima de su rival de la oposición. Xóchitl Gálvez, que propone una reestructuración corporativa de Pemex que incluiría la venta de activos y el cierre de refinerías, así como la apertura del sector energético a la inversión privada.

La favorita no se ha alejado de la postura de AMLO de mantener a las empresas estatales al frente del sector energético de México, pero esa estrategia podría cambiar si gana el 2 de junio, dijo Luis Maizel, director gerente senior de LM Capital Group en San Diego, que posee alrededor de 18,5 millones de dólares en bonos de Pemex.

“Veremos crecer a Sheinbaum cuando asuma el cargo”, dijo Maizel. “México necesita más energía y no tiene suficiente dinero. Tendrá que apoyarse en el sector privado”.

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