Durante el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, la aviación ha sufrido “turbulencias” que muestran el deterioro de la autoridad aeronáutica mexicana, que carece de personal técnico adecuado y del presupuesto necesarios para su correcto funcionamiento, al tiempo que organismos internacionales han evidenciado las fallas en seguridad que aquejan al país, refirieron expertos.
Juan Carlos Machorro, socio de Santamarina y Steta, indicó que en los últimos años se han presentado múltiples recortes importantes de personal, además que se militarizó a la autoridad aeronáutica.
“Cuando hay un recorte de personal, más allá de lo que es normal, cuando hay recorte de sueldos y cuando insertas a las fuerzas armadas, cuando menos lo que sería una curva de aprendizaje al inicio de sexenio, se vuelve más prolongada y no necesariamente llegas a buen puerto”, dijo Machorro en entrevista para El Financiero.
Los señalamientos de organismos internacionales, tanto de aerolíneas, pilotos y más recientemente de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) han dejado claro que la autoridad aeronáutica mexicana no tiene capacidad para vigilar que los vuelos en el país se realicen en completa seguridad.
“Es común que haya señalamientos en las auditorías, pero lo que resulta preocupante es que se haya evidenciado como lo ha hecho la OACI, eso habla de la mala relación de cooperación entre las partes técnicas de México con la FAA y, ahora, con OACI”, refirió Carlos Torres, especialista del sector.
México perdió la categoría 1 en seguridad aérea por más de dos años y, en ese periodo, los señalamientos de la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) pusieron en entredicho la capacidad de la autoridad aeronáutica mexicana para vigilar las operaciones aéreas, una situación que ha tenido un nuevo capítulo con las preocupaciones severas en seguridad hechas por la oficina de la ONU en materia de aviación civil.
Machorro asegura que para el siguiente sexenio se debe dotar de recursos humanos y financieros a la AFAC para que pueda revertir los múltiples fallos documentados, sin arriesgar las operaciones en el país.