La reducción de pasajeros en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) no ha ido al ritmo presupuestado por el gobierno, que cortó en alrededor de un tercio las operaciones permitidas en el puerto aéreo y solo ha propiciado una reducción del 5.2 por ciento en la primera mitad del año.
El principal aeropuerto del país reporta una reducción de 1.2 millones de pasajeros en el primer semestre, con un flujo de viajeros que asciende a los 22.3 millones.
La disminución en la saturación en las terminales no ha sido la prevista por el gobierno debido a que el tráfico de pasajeros en rutas internacionales continúa aumentando y, además, la terminal 1 es la única que ha resentido el recorte.
El tránsito de pasajeros en rutas al extranjero aumentó 7.1 por ciento en el primer semestre, esto en consecuencia por una mayor oferta de rutas hacia el extranjero de las aerolíneas nacionales por el llamado a revisión de motores de Airbus.
Además, las aerolíneas que operan vuelos internacionales desde y hacia México han tenido un mejor desempeño en su ocupación, por lo que esto no ha permitido que el objetivo gubernamental se concrete de la manera presupuestada.
Con la reducción de vuelos nacionales por decreto y la disminución de oferta de las aerolíneas, se ha generado una nueva dinámica en el AICM.
Bajo ese escenario, se ha concentrado una mayor cantidad de viajeros en la terminal 2, que ha elevado sus niveles de saturación pese al recorte de operaciones máximas, una situación que acrecienta la deficiencia en los estacionamientos, salas de última espera y servicios sanitarios.
La terminal 2 concentra el 56 por ciento del total de pasajeros atendidos durante el primer semestre, un aumento de casi 8 puntos porcentuales con respecto al nivel histórico que tenía este edificio, recientemente rehabilitado estructuralmente.
El objetivo del AICM es reducir en 20 por ciento los pasajeros en terminales para tener un flujo anual de 41 millones de viajeros.
La cifra está cimentada sobre los compromisos financieros del gobierno con bonistas extranjeros que adquirieron papeles para apuntar la construcción del fallido aeropuerto en Texcoco.
El nivel es necesario para poder pagar los 200 millones de dólares anuales en intereses relacionados con la emisión de bonos, actualmente en torno a los 3 mil 700 millones de dólares.