La declaración de quiebra de Altos Hornos de México (AHMSA) podría ocurrir en las próximas horas, luego de que el pasado 4 de agosto venciera el plazo de prórroga del concurso mercantil establecido por el Juzgado Segundo de Distrito en Materia Mercantil sin que se haya alcanzado un acuerdo entre las partes.
Con lo anterior, se espera que la jueza Ruth Huerta García, quien desde junio estuvo a cargo del proceso de concurso mercantil de AHMSA, haga la declaratoria definitiva de la quiebra, lo cual podría suceder en las próximas horas, o bien, en los próximos días.
A partir de que se haga la declaratoria de quiebra, será la Sindicatura, encabezada por Tomás Arellano, quien asumiría la administración de AHMSA y, según la ley, tendría entre 10 y 90 días para poner a la venta los activos de la empresa.
Esto implica el despido y liquidación de al menos 6 mil trabajadores que aún conservan sus derechos, pero a partir de la declaratoria los perderán, mismos que se sumarán a los 4 mil empleados que ya han sido liquidados a lo largo del proceso.
“El despido de los más de 6 mil trabajadores de AHMSA supone un problema de corte social debido a que los trabajadores de la siderúrgica perderán derechos como el IMSS y el Infonavit”, señaló Alejandro Loya, presidente de Canacintra Monclova.
Cabe señalar que también existe la posibilidad de que las partes soliciten mediación o negociación, como una alternativa de solución a conflictos reconocidos constitucionalmente. Esta medida podría tener como desenlace la continuidad operativa de la empresa mediante la compra por parte de un nuevo inversionista.
Hasta ahora, Argentem Creek Partners, la empresa de origen estadounidense, es la que se ha postulado como el candidato más fuerte para inyectar al menos 200 millones de dólares de capital a la siderúrgica.
Sin embargo, se ha estimado que estas inversiones sólo ayudarían a reactivar parte de la producción, ya que AHMSA necesita, por lo menos, 350 millones de dólares para reactivar las operaciones del alto horno ubicado en la Planta 1, que se suman a la deuda por más de 650 millones de dólares que tiene con Pemex, CFE, acreedores y trabajadores.