Las aerolíneas nacionales que operan en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) volarán con los horarios de aterrizaje y despegue todavía reducidos a 43 por hora para la temporada invernal que se extiende desde finales de octubre y hasta la primavera de 2025, confirmaron los directores generales de Viva Aerobus y Volaris.
Entrevistados por separado por El Financiero, tanto Juan Carlos Zuazua como Enrique Beltranena aseguraron que las aerolíneas que dirigen han cumplido la directriz de la autoridad, quien redujo desde 52 a 43 el número máximo de operaciones permitidas por hora a inicios de 2024.
Paradójicamente, los dos últimos directores del AICM admitieron a El Financiero que la reducción de slots no sirvió para reducir la saturación de las terminales y que no fue eficiente porque el aeropuerto tiene capacidad para más de los 800 vuelos que opera por día actualmente.
“La asignación de slots es un proceso que toma meses. Hay un proceso en donde hay una primera asignación, se revisa si se puede utilizar o no, y luego hay asignaciones paulatinas que van ocurriendo cada semana. Ha habido un ordenamiento importante en este tema y derivado de eso hemos podido tener un poquito más de slots que las temporadas anteriores, pero la reducción grande continúa”, refirió Beltranena en entrevista con medios.
En tanto, Zuazua aseguró que han respetado la reducción de slots en el AICM durante el último semestre, y lo continuarán haciendo durante la temporada de invierno.
“Estamos operando y cumpliendo con la última reducción de slots, vamos a seguir trabajando con la última reducción de slots que se hizo el 8 de enero”, remarcó el CEO de Viva Aerobus en entrevista.
Estrategias diversas, mismo problema: los motores
La crisis por los motores de Pratt & Whitney con posibles defectos ha puesto ‘en jaque’ a 60 operadores aéreos en el mundo, que han tenido que poner en tierra aeronaves alrededor del mundo para la revisiones que podrían extenderse hasta 2026.
Ante el reto que afecta a Viva Aerobus y Volaris, ambas operadores de aviones de la familia 320 de Airbus han tomado estrategias diversas para el mismo problema.
Juan Carlos Zuazua, CEO de Viva Aerobus, detalla en entrevista con medios que entre ocho y nueve aeronaves de la flota de la aerolínea están siendo rentadas en periodos cortos bajo el modelo de arrendamiento húmedo, un sistema en el que la aerolínea también adquiere los servicios de las tripulaciones que vuelan dichas aeronaves.
Zuazua dijo a El Financiero que el permiso otorgado por la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) para la operación de aeronaves extranjeras, con pilotos y sobrecargos extranjeros, se extenderá en tanto dure la revisión de los motores de P&W.
“El permiso es mientras tengamos la emergencia de las turbinas, espero que no tarde tanto”, comentó Zuazua.
La empresa fabricante de motores ha estimado que las revisiones puedan extenderse hasta 2026, un periodo que ha sido ya considerado en las estrategias de las aerolíneas.
El CEO de Viva Aerobus indica que la renta húmeda solo es una parte de la estrategia de la aerolínea para evitar las afectaciones a los pasajeros.
“Estamos extendiendo la renta de aviones propios, incorporando aeronaves de nuestro pedido. Es una combinación, estamos malabareando, poniendo varias opciones”, agregó
En contraparte, Volaris ha tenido que sacrificar su volumen de pasajeros (ya ha sido superada en el mercado doméstico por Viva Aerobus) para concentrarse en el mercado transfronterizo, cuya rentabilidad ha empujado las finanzas de la línea aérea.
Beltranena admite que Volaris analizó todas las opciones para hacer frente a la crisis de los motores, incluido el arrendamiento húmedo, pero aseguró que este mecanismo solo es para las empresas que puedan pagarlo.
De 40 nuevas rutas que la aerolínea tenía previstas comenzar a operar antes del llamado a revisión anticipada de motores, algunas tuvieron que suspender su inicio, como las que conectaban a puertos aéreos como Oaxaca y Tijuana.
Las fallas en los motores de P&W continuarán mermando la capacidad de la flota aérea en México, que tiene en su haber alrededor del 70 por ciento de aviones del fabricante francés Airbus y que su impacto no cesará en al menos un par de años.