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Incierto, acuerdo reparatorio entre AHMSA y Pemex

La siderúrgica debe aún 112 mdd de los 216.6 mdd que pactó pagar a la petrolera.

“No hay certeza de que nos vayan a liquidar porque debe mucho dinero a acreedores y mientras llega la sentencia de quiebra, los inversionistas (...) quieren echar a andar las máquinas, están perdiendo interés”, señala el Sindicato Democrático de Trabajadores Mineros. [Fotografía. Reuters]

Los trabajadores del Sindicato Nacional Democrático de Trabajadores Mineros, dirigido por Ismael Leija Escalante, se mantienen en la incertidumbre ante el adeudo por 112.6 millones de dólares que tiene Altos Hornos de México (AHMSA) con Petróleos Mexicanos (Pemex) como parte del acuerdo reparatorio por la venta a sobreprecio de la planta chatarra de Agro Nitrogenados.

“Estamos preocupados porque no sabemos qué va a pasar, no sabemos si nos van a pagar nuestra liquidación y lo que nos deben porque AHMSA todavía le tiene que pagar a Pemex y el plazo está cada vez más cerca, sólo le quedan dos meses para liquidar más de 112 millones de dólares”, señaló Héctor Treviño, integrante del Sindicato Democrático de Trabajadores Mineros.

El acuerdo reparatorio, establecido en abril de 2021, fue diseñado para resarcir a Pemex por una transacción irregular vinculada a la compra de la planta de Agro Nitrogenados en 2013, que, según la Auditoría Superior de la Federación (ASF), se realizó con un sobreprecio del 127 por ciento.

Hasta ahora, AHMSA y Alonso Ancira han cumplido con dos de los tres pagos escalonados que se estipularon en el acuerdo.

El primer pago fue de 50 millones de dólares y se realizó en noviembre de 2021, mientras que el segundo fue por 54 millones de dólares, mismos que se le pagaron a la petrolera dirigida por Octavio Romero en noviembre de 2023.

El tercer pago, que originalmente debía realizarse en noviembre de 2023, ha sido prorrogado hasta noviembre de 2024 a petición del Consejo de Administración de AHMSA; sin embargo, el reciente anuncio de que la acerera ubicada en Monclova, Coahuila, entró en la fase de quiebra tras no alcanzar un acuerdo con sus acreedores, ha aumentado las tensiones entre los trabajadores.

“No hay certeza de que nos vayan a liquidar porque debe mucho dinero a acreedores y mientras llega la sentencia de quiebra, los inversionistas canadienses, brasileños y de EU que quieren echar a andar las máquinas, están perdiendo interés”, añadió Treviño.

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