La emblemática flor de cempasúchil, parte central en las celebraciones del Día de Muertos, ha visto un aumento significativo en su precio debido a condiciones climáticas adversas, incluyendo lluvias intensas e inundaciones que han afectado su producción en estados clave.
De acuerdo con el presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), Cuauhtémoc Rivera, el precio de la flor se incrementará do un 40 por ciento en comparación con el año pasado, lo que impacta tanto a los productores como a los consumidores en la temporada alta de demanda.
En 2023, cinco flores costaban alrededor de 25 pesos, alrededor de cinco pesos por unidad, pero para este año podría alcanzar los 35 pesos, es decir hasta siete pesos por unidad, o un alza de 40 por ciento anual.
“En 2023, cuatro o cinco flores costaban 25 pesos, es decir cada unidad costaba entre cuatro y cinco pesos. Nosotros sentimos que se va a encarecer en temporada por las inundaciones e incremento de lluvia y costará entre seis y siete pesos (por unidad)”, aseveró.
De acuerdo con información de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), la difusión y propagación de plagas en las últimas décadas ha tenido al menos dos importantes aliados. Por un lado, los viajes y el comercio mundial, por otro lado, está el cambio climático. Este último modifica la infectividad, la gravedad y la distribución de las plagas y enfermedades de las plantas en todo el mundo. En San Lorenzo Tlacotepec, Estado de México, la situación es crítica debido al exceso de humedad causado por las lluvias, aseveró Alan Ricardo Cruz Cruz, quien pertenece a una familia de floricultores de tercera generación.
“Las enfermedades ahorita de este lado del estado están aumentando un 50 o 60 por ciento a diferencia de años pasados por el exceso de humedad”, dijo.
De acuerdo con el floricultor, este incremento en las enfermedades ha retrasado la floración y afectado gravemente la producción de cempasúchil.
El clima en San Lorenzo es un factor determinante, lo que obliga a muchos productores a utilizar invernaderos para proteger sus cultivos del frío y las heladas que suelen presentarse a finales de septiembre y principios de octubre. No obstante, a pesar de los esfuerzos por resguardar las plantas, la acumulación de humedad dentro de los invernaderos provoca enfermedades, lo que complica aún más la situación para los productores y reduce la disponibilidad de flores.
“La alta humedad favorece la aparición de enfermedades que rompen los tallos y dañan las hojas, lo que afecta la calidad de la flor. Esto, sumado a las inundaciones en regiones como Guerrero y Michoacán, ha complicado la situación para muchos productores”, añadió el presidente de la ANPEC, Cuauhtémoc Rivera.
El Valle de Toluca: Estabilidad frente a la adversidad
Por otro lado, Leticia Guzmán Morales, productora de cempasúchil en el Valle de Toluca, reportó una situación menos alarmante. A pesar de las lluvias intensas que afectaron a otras áreas, mencionó que la temporada de lluvias no afectó gravemente su producción:
“En esta zona el atraso de las lluvias no afectó tanto a los floricultores porque en el mes de mayo empieza la siembra, son tres meses prácticamente por esto no afectó tanto”, aseveró.
Este alivio se debe a que la flor en su región ya estaba lista para su venta antes de que las lluvias comenzaran a causar estragos.
Guzmán también destacó que el cempasúchil en su región se vende a partir del 28 de septiembre debido a las tradiciones locales, lo que les permite aprovechar la cosecha antes de que las lluvias intensifiquen. Sin embargo, la productora es consciente de los problemas que enfrentan otros floricultores en diferentes partes del país.
A pesar de las diferencias en afectaciones climáticas, tanto en San Lorenzo como en el Valle de Toluca se ha registrado un incremento en los precios del cempasúchil.
Guzmán mencionó que, debido a las afectaciones en otras regiones, el precio de sus flores subió. “Aproximadamente el manojo de cempasúchil hace un año costaba 40 pesos y hoy se dio en 50 pesos”, dijo.
En Puebla, uno de los principales productores de cempasúchil, los agricultores reportan que las sequías prolongadas, seguidas de lluvias repentinas, alteraron los ciclos de cultivo.