Honda y Nissan dieron sus primeros pasos hacia una fusión, con la esperanza de crear un gigante que pueda sobrevivir a la agresiva competencia china en la industria de los automóviles.
Los dos fabricantes japoneses firmaron este lunes 23 de diciembre un acuerdo básico para las conversaciones de fusión y celebraron una rueda de prensa conjunta en Tokio.
Honda también anunció que recomprará hasta 7 mi millones de dólares de sus propias acciones.
¿Cómo se fusionarán Honda y Toyota?
El plan incluye la creación de una sociedad holding para albergar la nueva entidad, cuyas acciones serán listadas en agosto de 2026, expusieron las empresas. Honda podrá nombrar a la mayoría del directorio de la nueva empresa.
Mitsubishi Motors, propiedad de Nissan en 24.5 por ciento, también firmó el memorando de entendimiento y es probable que forme parte del grupo, esperándose una decisión final al respecto para finales de enero.
Una alianza de este tipo daría lugar a uno de los mayores fabricantes de automóviles del mundo, lo que crearía un ‘gigante’ que encararía a Toyota en Japón y a los fabricantes de automóviles chinos en el extranjero, incluidos BYD y Geely. Toyota tiene participaciones en Subaru, Suzuki y Mazda.
Toshihiro Mibe, director ejecutivo de Honda, pronosticó que la entidad combinada podría tener una ganancia operativa de más de un billón de yenes, la cual con el tiempo ascendería a 3 billones de yenes.
Sin embargo, no abordó la forma en que las empresas combinarían sus negocios para hacer frente a problemas acuciantes como el cierre o la racionalización de fábricas.
¿Por qué Honda será la automotriz que lidere la fusión?
“Ambas empresas seguirán siendo filiales al 100 por ciento del holding conjunto con sus respectivas marcas”, declaró Mibe. Honda asumirá el liderazgo de la nueva empresa, dada su posición mucho más fuerte que Nissan, cuyas ventas se han desplomado ya que su gama de coches no ha podido entusiasmar a los consumidores.
El holding incluirá las marcas de Honda y Nissan, así como la producción de motocicletas de Honda.
Todavía hay dudas sobre la fusión podrá realmente salvar a Nissan.
Es una de las marcas japonesas qué más ha sufrido ante el vertiginoso cambio en la industria mundial hacia vehículos eléctricos alimentados por baterías y de propulsión híbridos, y lejos de motores de combustión.
En China, la popularidad de los vehículos eléctricos fabricados localmente hace que las marcas extranjeras luchen por sobrevivir. Los fabricantes de automóviles japoneses en el país enfrentan demasiada capacidad. Honda y Nissan han tenido que reducir personal y producción, mientras que Mitsubishi Motors prácticamente se ha retirado de China, el mayor mercado automovilístico del mundo.
Entretanto, el repunte de las ventas de coches híbridos de gas y electricidad en Norteamérica ha dejado a Nissan en la ‘cuerda floja’, mientras que Toyota, pionera en tecnología híbrida, ha recibido un bienvenido impulso. Nissan perdió esa oportunidad debido a su anticuada gama de productos, que carecía de opciones atractivas para los híbridos, y mucho menos de vehículos eléctricos competitivos.
Para Nissan, la fusión con Honda podría suponer un alivio muy necesario. Sus pobres ventas en Estados Unidos y China provocaron una enorme caída de los ingresos, obligándolo a recortar puestos de trabajo, reducir su capacidad de producción y rebajar sus perspectivas de ganancias anuales en 70 por ciento.