A pesar de mantener la percepción de destino inseguro, los empresarios hoteleros esperan que Acapulco registre en esta temporada de fin de año los niveles de ocupación más altos del último lustro.
Jorge Laurel González, presidente de la Asociación de Hoteles y Empresas Turísticas de Acapulco (AHETA), estimó que para la última semana de 2016 y la primera de 2017 el nivel de hospedaje promedio en el puerto alcanzará un 97 por ciento, 2 puntos porcentuales arriba del año pasado y el mejor registró desde 2012.
"Hay varios factores que nos dicen que podemos alcanzar esos niveles (97 por ciento de ocupación promedio), el primero es que el calendario escolar se modificó hasta el 9 de enero y genera más afluencia de viajeros. También está la paridad cambiaria, que hará que los mexicanos viajen más al interior del país, eso nos beneficia. Luego está un incremento de la oferta aérea de Volaris y Aeroméxico a la capital del país, y de TAR a ciudades como Toluca, Querétaro y Guadalajara. Y desde luego una mejor carretera", explicó.
Acapulco cuenta con 19 mil cuartos de hotel y unos 40 mil lugares más como oferta extra entre departamentos y casas para renta.
Según los cálculos de empresarios de la localidad, el 90 por ciento de los visitantes acceden al puerto vía terrestre y el otro 10 por ciento con transporte aéreo.
Para Laurel González, la conclusión reciente del Viaducto Elevado en Tlalpan, en la CDMX, y la pronta apertura del puente de Cuernavaca harán que el trayecto hacia Acapulco se reduzca una hora.
Por esta razón, los turistas que viajen de la CDMX a Acapulco por la Autopista del Sol harán un trayecto aproximado de tres horas en carro y no cuatro como antes.
"Además, si bien hay casos de inseguridad, están fuera de la franja turística, con operativos del Ejército, Marina, Policía Federal, policía estatal y municipal. Esperamos que este sea el mejor cierre de año de los últimos 4 o 5 años", agregó el empresario.
Para Agustín González, presidente de la Asociación Nacional de Agencias de Viajes, los viajeros de la CDMX continúan visitando el destino a pesar de la situación porque ya saben vivir con ese fenómeno (inseguridad).
"Acapulco no sufre por turistas en temporada alta, los viajeros le pierden miedo a la carretera porque hay más operativos, además el destino ha mantenido sus precios cuando han debido subir como otros", expuso el empresario.
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