América Móvil (AMóvil) no sólo es agente económico preponderante en México, al tener cerca del 70 por ciento del mercado de telefonía celular.
Su dominio también se extiende a países como Ecuador, República Dominicana y Colombia, del total de 16 en los que tiene presencia en América Latina.
En el primer trimestre del 2016, el gigante de las telecomunicaciones que controla Carlos Slim concentró una participación en telefonía móvil de 67.4 por ciento en México, seguido de Ecuador, donde detenta 61.9 por ciento, República Dominicana, con 51.1 por ciento y Colombia, con 49.5 por ciento, según datos de The Competitive Intelligence Unit (CIU).
En opinión de Ramiro Tovar, experto en temas de telecomunicaciones, el nivel de participación de AMóvil deriva del tamaño de las economías relativamente pequeñas en la mayoría de los países de la región, en las que no hay un alto número de operadores y cuyos mercados se caracterizan por estar concentrados, con no más de tres jugadores relevantes.
"Cuando hablamos de economías más pequeñas que la de México, van a haber en los mercados dos o máximo tres operadores, entonces el problema de concentración es más por el tamaño de la economía que por un problema de regulación", agregó.
De acuerdo con The CIU, AMóvil alcanzó una penetración de 35.1 por ciento en el mercado de líneas móviles a marzo del presente año en América Latina, una concentración que ha alertado a los reguladores sobre el riesgo de incurrir en prácticas anticompetitivas.
Como resultado, tanto en México como en Colombia se han aplicado medidas asimétricas al preponderante.
En el caso del primero, se prevé que sea durante el primer trimestre de 2017 cuando el IFT emita un informe de los efectos en las medidas aplicadas (entre las que están: permitir el acceso de infraestructura de red a otras compañías, eliminar cargos de roaming y cobros de larga distancia).
En Colombia, AMóvil está sujeta a supervisión por parte de las entidades gubernamentales responsables de aplicar otras leyes, incluyendo las correspondientes a competencia económica y protección de los derechos de los consumidores.
En ese mercado, sus rivales en voz y datos móviles, así como en servicios de valor agregado, son Telefónica, Tigo y Virgin Mobile, que en conjunto suman poco más del 50 por ciento de participación.
Ecuador, es uno de los países en los que, además de Colombia, la regulación ha ordenado la reducción o eliminación de las tarifas de interconexión. Además, tal como en México y Brasil, la compañía está obligada a realizar liquidaciones fiscales que, según señala la firma en su reporte anual 2015, ha impugnado mediante distintos procesos administrativos y judiciales.
En República Dominicana, que está dentro de la zona del Caribe junto con Puerto Rico, la competencia es mayor, pues AMóvil se enfrenta a otros gigantes como AT&T, Sprint, T-Mobile y Orange, además de Open Mobile y Viva Dominicana.
En 2015, el crecimiento de los ingresos generados por los servicios de datos móviles en República Dominicana contrarrestó la contracción de los ingresos generados por los servicios de voz móvil y fija en Puerto Rico.
Jorge Bravo, analista de Mediatelecom, señaló que la regulación en mercados de la región se ha aplicado a otros jugadores como Telefónica, quien en Perú tiene una participación mayor que su principal rival, AMóvil, que juega en varias regiones como un segundo operador.
AL registra 45% de concentración
En promedio, en América Latina el 45 por ciento de 18 países analizados está por encima del umbral de concentración promedio del Índice de Herfindahl-Hirschman (IHH), una métrica que consiste en sumar el cuadrado de las participaciones de mercado de cada empresa u operador.
México es uno de los mercados más grandes y concentrados de la región, casi al mismo nivel que Honduras, a pesar de ser una plaza más pequeña, superando los 4 mil 500 puntos contra el rango moderado cifrado en 2 mil 500 puntos.
En un nivel medio de concentración, de 3 mil 500 a 4 mil 500 puntos, se encuentran Venezuela, Perú, Bolivia, Paraguay y Uruguay, mientras que mercados como Chile y Argentina, de acuerdo con The CIU, están en el nivel más moderado.