El aumento en el precio del diésel que tendrá lugar desde el primero de enero de 2017, afectará severamente al sector transportista y éste, como dominó, impactará a la economía nacional con una inflación mayor a la esperada, prevén representantes del sector autotransportista.
El litro de diésel, que es utilizado por la mayor parte de la flota de camiones de carga en México costará 17 pesos con 5 centavos desde el primer día de 2017, esto representa un incremento de 23.8 por ciento en comparación con enero de 2016 y de 16.5 por ciento respecto al precio actual, según comunicó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
"Al sector autotransportista le afecta, pero esto termina impactando a toda la economía, al final de cuentas es un insumo que trasciende en el costo del transporte de las mercancías, terminará afectando a toda la cadena. Opino que las expectativas que se tenían para la inflación para el año serán rebasadas por este efecto", advirtió Refugio Muñoz, vicepresidente de la Cámara Nacional de Autotransporte de Carga (Canacar).
El Banco de México estimó a mediados de diciembre que su expectativa de inflación para 2017 se ubicaba en 4.13 por ciento.
Resulta que para los transportistas, el combustible representa entre el 25 y el 35 por ciento del gasto total por hacer un flete.
"De esa manera, el costo de transportación puede incrementarse entre 5 y 6 por ciento, esto está por encima de lo que esperan con la inflación. Se tendrán que revisar las estimaciones del gobierno para un rango de 4.5 a 5 por ciento", añadió Muñoz.
El transporte es una actividad de alta importancia para México. Según el registró de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), el 80 por ciento de las mercancías en el país se movilizan en camiones o tráilers.
Ésta expectativa de inflación de la Canacar se da ya contemplando la acreditación del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios en la compra del diésel, el cual ya se estaba aplicando y que continuará en 2017.
En el mismo sentido, Leonardo Gómez, presidente de la Asociación Nacional de Transporte Privado, expuso que habrá un efecto para los transportistas y los usuarios del servicio.
"El impacto de este incremento dependerá del tipo de flota que se utilice. Los camiones nuevos consumen menos y en ese sentido tendrán mayor efecto los más viejos. Tendremos que ver negociaciones entre transportistas y los usuarios en cuanto a tarifas, habrá que asimilar pérdidas en ambos casos (en sus negocios)", agregó.
Para el ejecutivo, el efecto será más importante en las regiones donde el combustible puede ser más caro.
En ese sentido, cabe señalar que la Comisión Reguladora de Energía (CRE) dispuso un total de 90 regiones y precios máximos diferentes para cada una.
Por estado, Chihuahua, Nayarit y Sonora tendrán el precio de diésel más alto con 17.50, 17.42 y 17.40 pesos por litro, respectivamente.
En cuanto a tipos de mercancías más afectadas por el incremento del combustible, los especialistas coincidieron en que serán las cargas con menor valor como las materias primas, principalmente las del sector agrícola como el maíz para las tortillas o el trigo para el pan.
Mientras menor sea el valor de la carga, mayor importancia tendrá el costo del flete y si éste sube de precio, será más relevante el flete para el usuario del servicio y esto se podrá transferir al precio final de los productos, explicaron.
"Creo que si es un solo incremento, pegará una sola vez a los productos y con esto será un efecto inflacionario, pero si como se dice, además habrá incrementos periódicos, el efecto no se detendrá; creo que es el peor momento para dañar la canasta básica y por ende la economía de los más pobres", expuso José Luis Fuente, presidente de la Comisión de Transporte de la Confederación de Cámaras Industriales.