El principal giro de algunas 'constructoras' ha migrado de la construcción tradicional de obras, a la administración y operación de las mismas, en espera de mejores retornos y finanzas saludables, tal es el caso de OHL México, Pinfra e IDEAL, cuyos ingresos originados en la operación de concesiones representan hasta el 70 por ciento del total.
La estrategia les ha dado resultados: al cierre de 2014, OHL México tuvo la mayor rentabilidad, con un margen de flujo operativo de 83 por ciento; seguida de Pinfra, con 60 por ciento; e IDEAL, con 42 por ciento. En contraste, ICA, cuyos ingresos dependen en 70 de la construcción, tuvo una rentabilidad de apenas 17 por ciento.
"Pinfra y OHL no tienen una división de construcción y subcontratan, ven más negocio en concesiones que en la construcción", debido a que el retorno por construcción es de alrededor de 8 por ciento en todo el periodo y el de las concesiones puede ser incluso mayor a 10 por ciento, explicó Hugo Mendoza, analista de construcción de Invex.
Además de rentables, tienen un bajo nivel de apalancamiento
Pinfra ni siquiera cuenta con maquinaria para construcción, ya que ha visto un mejor negocio en concesiones y ha optado por subcontratar las obras, aseguró Mendoza.
La filial en México de la española OHL llegó al país como una operadora de concesiones, no obstante, este enfoque se ha fortalecido en los últimos años, reduciendo con ello el porcentaje de sus ingresos destinados a construcción del 53 por ciento que representaron en 2011, al 8 por ciento al cierre del año pasado.
Esto implicó que al final de 2014, la rentabilidad de las concesiones de OHL México fuera de 63 por ciento.
Para Pinfra, la empresa de David Peñaloza, las concesiones han tenido una rentabilidad de 77 por ciento, contra el 25 de la construcción.
En el caso de OHL México, la empresa suele otorgar la construcción de sus obras a subsidiarias de la matriz española directamente, que tienen operaciones en México, mientras que Pinfra subcontrata a otras constructoras, dijo Mendoza.
Alonso Quintana, director general de ICA, señaló que esperan mantener alrededor del 30 por ciento de sus ingresos en concesiones y el resto en construcción de obra pública.
"La obra pública tiene sus complicaciones, hay veces que se pueden retrasar pagos, algo muy común es que desgraciadamente muchas veces no son como se planearon y eso puede disparar costos y retrasar los pagos", señaló Quintana.
Con los ingresos del segmento de construcción, ICA sólo generó el 36 por ciento de su margen de operación, lo que se observa en la rentabilidad de 8 por ciento que generó la construcción, contra el 50 por ciento del segmento de concesiones, explicó José Helue, analista senior de Interacciones.
Un exfuncionario de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes comentó que el gobierno no siempre realiza los pagos de obras a tiempo y en algunas ocasiones se generan cuentas por cobrar que reducen la capacidad de las empresas para continuar participando en varios proyectos, al reducir la liquidez con que cuentan para ello.
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