Para Luis Rebollar, presidente de la filial mexicana del conglomerado DuPont, la reforma energética en México y el crecimiento poblacional a nivel mundial han abierto grandes oportunidades para la empresa en los próximos 35 años.
Se calcula que para 2015 habrá 2 mil millones de personas más en el mundo, lo que hará que la demanda de alimentos se incremente en 70 por ciento, con respecto a lo que se produce hoy, por lo que la compañía se está transformado de una empresa química en una alimentaria para aprovechar esta oportunidad.
En México, si bien el negocio alimentario tiene prioridad por presentar crecimientos de doble dígito, la mayor parte de las inversiones seguirá destinada a negocios industriales, precisó.
La empresa invertirá 320 millones de dólares para los próximos dos años, de los cuales, 230 millones serán ejercidos en 2014. El 80 por ciento de la inversión de este año será destinada a duplicar la capacidad de su planta de Altamira, la segunda más grande del mundo para la fabricación de dióxido de titanio, utilizado para la elaboración de pigmentos blancos.
La reforma energética, dijo Rebollar, dará más oportunidades de negocio a DuPont, derivado de beneficios de una economía más vigorosa.
Para este año, la empresa en México planea incrementar sus ventas entre 8 y 10 por ciento, desde los mil 70 millones de dólares que facturó al cierre de 2013, según su reporte financiero.
¿Qué porcentaje de sus ingresos en México proviene de los negocios alimentarios y qué porcentaje de los industriales?
DuPont cuenta con 13 unidades de negocio, de las cuáles, tres están orientadas al sector alimentario, desde donde producimos granos de maíz híbridos para incrementar la productividad del campo, además de proveer enzimas y probióticos a empresas como Bimbo, Nestlé, Lala o Danone para incrementar el valor nutrimental de productos.
Actualmente, 37 por ciento de los ingresos en México (mil 70 millones de dólares en 2013), proviene de los negocios alimentarios y el resto, de los industriales. El sector industrial sigue aportando la mayor parte de los ingresos del grupo, pero el sector alimentos crece a doble dígito, entre 15 y 18 por ciento.
Hace 4 años, los tres negocios de alimentos representaban 28 por ciento de las ventas globales y el año pasado ya significaban casi 38 por ciento de las ventas globales de DuPont . La fotografía es muy similar en México.
¿Cuáles son los planes de inversión de la empresa en el país?
Tenemos un plan de inversión de alrededor de 320 millones de dólares en México para 2014 y 2015, de los cuáles, 230 millones de dólares se van a ejercer en 2014.
¿A qué los van a destinar?
La inversión más grande la estamos haciendo en una planta donde producimos bióxido de titanio, que es un pigmento blanco que va mucho a la industria de pinturas, recubrimiento, plásticos y papel.
La planta la tenemos en Altamira, Tamaulipas, donde estamos más que duplicando la capacidad de producción con una inversión total de 580 millones de dólares, de los cuáles, invertimos 200 millones este año.
En el segmento de alimentos hicimos una inversión de 3 millones de dólares en un centro de investigación y desarrollo para producir híbridos de semillas de maíz en el sureste de México, en Chapa de Corzo.
¿Cómo espera que le beneficie a DuPont la reforma energética?
Las empresas que entren a México son clientes potenciales para darles servicios de consultoría en estándares de seguridad o productos (materiales de protección, fibras, teflón para ductos, entre otros). No es que nosotros vayamos a hacer alguna inversión en extracción, refinación o petroquímica, sino que vamos a apoyar las operaciones que existen, como lo hemos venido haciendo con Pemex, o las que vengan.
Todas las divisiones de DuPont del sector industrial tienen oportunidad porque habrá un efecto cascada en todas las industrias adyacentes de soporte.
¿Prevén que en México crezca más rápido el sector industrial que el alimentario por la reforma energética?
No. El sector industrial seguirá siendo muy importante y seguirá aportando la mayor parte de los ingresos, pero no veo que crezca a ritmos de doble dígito, por el tamaño de la economía mexicana. Tendríamos que venir de niveles más bajos para ver crecimientos de doble dígito.
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