El caso Octavio Ocaña, quien falleció el 29 de octubre en el municipio mexiquense de Cuautitlán Izcalli, donde presuntamente el actor estrelló la camioneta en la que circulaba tras una persecución con policías, todavía sigue vigente, pues sus familiares y seguidores no están conformes con la versión oficial que arrojó la Fiscalía del Estado, donde aseguran que Ocaña se disparó a sí mismo.
En las últimas semanas, algunos colectivos y activistas han realizado marchas para exigir justicia y que se esclarezcan los hechos, sin embargo no han tenido una respuesta clara a pesar de poseer pruebas que evidencian que el actor no se disparó, según lo informado hace unos días por el abogado de la familia Pérez Ocaña.
El colectivo Resistencia Civil Ciudadana salió este lunes rumbo a la autopista Chamapa-Lechería, lugar del accidente donde murió Octavio, para manifestarse por los hechos, pues consideran que la policía mató a Ocaña en un gesto de abuso de autoridad.
Amenazas por justicia
Por otra parte, el líder de la organización ‘Alto a la Tortura’, Víctor Palma, aseguró que recibió amenazas de muerte en sus redes sociales con un perfil que resulta por demás falso, donde le advirtieron que deje de hacer su labor altruista en pro de esclarecer los hechos ocurridos el pasado 29 de octubre entre el actor de la serie ‘Vecinos’ y la policía municipal de Cuautitlán Izcalli.
Durante su reunión en el lugar de los hechos, Palma relató que recibió un mensaje casi a las dos de la tarde a nombre de Karla García con estas amenazas.
“A las 13:49 horas, de un perfil que no tiene fotografía, que está a nombre de Karla García, recibo el mensaje que dice con las palabras textuales: ‘Deja de estarme calentando la plaza en Izcalli, si no te voy a ir a matar a ti’. Obviamente se va a proceder, mañana se va a presentar a la Fiscalía General de la República”, expresó el activista.
Alrededor de 50 personas que acudieron a la cita señalaron que la policía de Cuautitlán Izcalli abusa de su poder constantemente, y que por esta razón los vecinos del municipio temen alzar la voz cada que se comete un delito, por temor a las represalias.