Uno de los personajes icónicos en el catálogo de Disney es Winnie The Pooh, que junto con sus amigos Christopher Robin, Igor y Piglet pasaron a ser de dominio público a partir del 1 de enero de 2022, tal como lo dictan las leyes en Estados Unidos.
El libro homónimo al personaje escrito por Alan Alexander Milne, donde se presentó al oso de peluche en 1926, del cual la empresa de entretenimiento adquirió los derechos en 1961, cumplió 95 años desde su publicación.
¿Qué significa que el personaje sea de dominio público?
Con el transcurso de los 95 años, los personajes originales quedaron libres de la exclusividad en Disney, lo que implica que podrán ser versionados en nuevas historias, adaptaciones o continuaciones que se basen en ellos sin necesidad de que ésta lo autorice.
Pero, ¿qué pasa con la empresa dueña de los derechos? No todas son malas noticias para Disney, pues siguen siendo los dueños de su representación visual. Es decir, el control de la imagen que el público reconoce, donde se le muestra con una corta camiseta roja y una abultada barriga, podrá seguir siendo utilizada solamente por ellos. Además, las películas animadas producidas por la compañía mantienen sus derechos de autor.
“No estamos hablando de pegar el Winnie-the-Pooh de Disney en una mochila, una pijama o una lonchera. Estamos hablando de la obra literaria, ese libro amable de A.A. Milne de 1926. Eso es de dominio público y todos podemos volver a visitarlo, reimaginarlo y escribir nuestra propia versión”, dijo Jennifer Jenkins, la directora del proyecto en la Universidad Duke, en Carolina del Norte.
Tigger correrá con la misma suerte, pero dentro de dos años ya que apareció por primera vez en el libro The House at Pooh Corner, editado en 1928. A las obras que pasaron a ser de dominio público este año se une el personaje de Bambi, también de Disney, creado por Felix Salten en el libro A life in the Woods.