En los últimos años, Adele se transformó a sí misma como mujer y cantante. Tras su divorcio y su lucha contra la ansiedad, la cantante toma de nuevo el control con su regreso musical en el álbum 30, del que se desprende el sencillo Oh my God, cuyo video se estrenó el día de hoy.
Tras una larga espera la británica volvió a la carga con su potente voz para hablar sobre algunos de sus temores, como es el hecho de volver a salir y exponer su corazón para reanudar su vida. “Las luchas de Adele para superar un divorcio, incluso después de sentirse lista para salir de nuevo, son muy identificables. Pero en ‘Oh, my God’ ella hace que todo parezca tan empoderador”, se lee en una nota de The List.
En una entrevista con Vogue, la intérprete de 33 años confesó sus intenciones de ser una cirujana cardiaca para arreglar los corazones de otras personas, algo que hizo por medio de sus canciones, que también le han servido como un desahogo personal. El poder femenino es parte protagonista de esta canción, algo que ha definido como confianza y valentía para tomar decisiones sin dejarse influir por nadie.
La melodía tras esta canción se aleja un poco a las baladas a las que nos tiene acostumbrados pues no tiene miedo de crear un ritmo con ligeros toques de géneros como el blues o el rock and roll.
Simbolismo en el video de Adele
Un hilo conductor va trazando al nuevo video de la cantante que, a pocos minutos de su lanzamiento, cuenta con más de 380 mil reproducciones en YouTube. La propuesta dirigida por Sam Brown tiene algunos significados en elementos que fueron especialmente colocados para tal motivo en la producción presentada en blanco y negro.
Uno de ellos es el uso de las sillas, que se ha convertido en un objeto representativo de la cantante en otros videos como el de Easy On Me o Rolling in the Deep, uno de sus primeros grandes éxitos. En la primera escena de Oh my God vuelve a aparecer y, sobre ella, se coloca una manzana.
La manzana y la serpiente
Ambos componentes han sido relacionados a diversos significados a través de la historia. Mientras que la manzana roja puede ser considerado un fruto prohibido desde épocas de la Biblia, también se le ha atribuido el significado emocional de tentación, amor o sabiduría. En su conjunción con la serpiente, puede derivar hacia el pecado, el poder, la fuerza, la salud e incluso la culpa. En el final de la producción, Adele muerde la manzana.
El caballo
En distintas tomas de este video, Adele muestra la imagen de un caballo que tiene una correa conectada a su silla. El significado espiritual que se le ha dado al caballo, en este caso negro, se ha vinculado con la fuerza, el poder, la sabiduría y la motivación.
Su Doppelgänger
La letra del sencillo habla sobre las dificultades de una persona para salir adelante con otra relación después de una ruptura. Adele ha manifestado esta doble postura entre el miedo de avanzar y la posibilidad de abrirse ante un nuevo amor. En el cortometraje, se representa por medio de su propia imagen que se contrapone como si fuera un espejo o como su fuera una disyuntiva entre dos decisiones.
El baile
La teatralidad y lo artístico fue una parte importante del video y se tomó especial atención a la coreografía de los bailarines gracias al trabajo de Megan Lawson, quien también se ha encargado de supervisar a Madonna. La narración del baile también cuenta una historia, pues surge una transición que termina en un estilo más contemporáneo con una especie de rave, con varias personas moviéndose al mismo tiempo.